Los Juegos Olímpicos ya terminaron, pero no las historias de valor que se suelen dar en este tipo de citas, donde detrás de las medallas de los atletas hay una gran maquinaria de personas dejando impecables todos los detalles del evento, estas personas son los voluntarios.
Esta experiencia la vivió el salvadoreño José Cabrera, quien cuenta que “ser parte de los Juegos Olímpicos 2016 como voluntario, ha significado una maravillosa experiencia para mi persona, me ha permitido conocer de diferente manera la identidad y cultura brasileña. He tenido la oportunidad también de visitar sus hermosos paisajes naturales, sus playas, sus grandes escenarios deportivos, sus lugares culturales y aprender mucho de su gente”.
Conoce el resumen de los Juegos Olímpicos
Como parte de los 50,000 voluntarios que hicieron parte de la XXXI Olimpiada de la era moderna, Cabrera afirma que lo más importante de ser voluntario fue la oportunidad de conocer a personas de todo el mundo para crear lazos de amistad, así como ser parte de los primeros Juegos realizados en Sudamérica.
También se sintió muy contento de la hospitalidad que recibió de los brasileños, quienes afirmó, le ayudaron con información todo el tiempo, funcionando como una familia. Él estuvo como voluntario en el equipo de Event Services (EVS), traduciendo al español como Servicio de Eventos, su función era apoyar que el público pudiera desplazarse al interior de los recintos olímpicos. Trabajó en el Sambodromo y en el Estadio Maracaná.
Uno de sus mejores momentos fue la Ceremonia de Apertura, donde pudo conversar con la delegación salvadoreña en Río 2016. “Fue un show impresionante de nivel mundial. No podía creer que yo estaba en el mismo lugar en que estaba Michael Phelps, Serena Williams, Novak Djokovic, Usain Bolt, Rafael Nadal, Neymar y otros miles de atletas que dedican su vida a prepararse para este encuentro celebrado cada cuatro años en algún lugar del mundo”, dijo emocionado.
Te puede interesar: Tokio ya tiene la bandera olímpica
Entre las competencias que pudo observar en su tiempo libre fueron las de ecuestre en el centro olímpico de hipismo, rugby 7 en el Parque Olimpico de Deodoro y la lucha grecorromana en el Parque Olimpico de Barra, sede que categorizó como “un lugar impresionante”.
Mientras tanto, en su labor como voluntario fue parte de la ceremonia de premiación del Tiro con Arco, donde pudo ver cómo le colgaban la presea de oro al coreano Ku Bon-chan en el Sambodromo, así como también presenció la ceremonia de premiación de la maratón femenina en el mismo recinto, donde la keniata Jemima Jelagat Sumgong se llevó el oro. También estuvo en algunos juegos de fútbol y en la clausura del pasado domingo.
“Sin duda ha sido una maravillosa experiencia estar acá, agradezco a Dios y mi familia por su apoyo, es una bendición muy grande poder vivir esta aventura, soy un salvadoreño que fui parte de este gran evento, me siento honrado cada vez que digo que soy de El Salvador. Es una aventura que recordaré por toda mi vida y que estoy dispuesto a volver a vivirla”, expresó.