El gol no fue invitado anoche a Sonsonate. El juego entre Sonsonate y Águila careció de emociones, también, y se conformaron con un pálido 0-0 que dejó pocos apuntes a los entrenadores para analizar.
Siempre ante un marco respetable de aficionados que no se detuvieron ante las señales de una posible tormenta, Sonsonate se presentaba ante su gente. Como es costumbre para los cocoteros, llegaron temprano al Ana Mercedes Campos para empujar a su equipo a su segundo triunfo del torneo y meterse en los puestos de arriba en la tabla.
El fútbol que empezó a hacer el equipo de Agustín Castillo no le convencía al peruano. En reiteradas ocasiones lamentaba las decisiones que tomaban y se perdía la pelota. Sin embargo, al minuto 8 lograron un tiro libre que fue ejecutado por Christian Portillo, el especialista en balones parados. Sacó un cañonazo que con el rebote complicó a Benji Villalobos, pero en segunda instancia la embolsó.
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Antes de esa primera clara del local, Águila había conseguido un par de tiros de esquina, pero sin tener resultados favorables. Al 20?, Erick Molina casi complica a su equipo al intentar salir jugando por el centro y dividió una pelota que tomó Víctor García y sacó un riflazo que de no ser por la barrida de Mario Martínez pudo obligar al portero a ir a traerla al fondo de la meta.
Tras ese trato amargo, Sonsonate se apoyó en Paolo Suárez y Edwin Sánchez para que crearan jugadas para Ze Paulo y Carlos Hidalgo, que estaban batallando con los defensas migueleños. La zaga estaba bien parada, le respiraban en la espalda a los dos extranjeros y poco podían hacer para deshacerse de esas marcas.
Los emplumados también tenían lo suyo, Alvaro Lizama y Nicolás Fagundez jugaron el rol de armadores, pero tenían la marca pegadiza y asfixiante de Molina, Portillo y Mejía.
“Chochera” se vio obligado a modificar su equipo en el primer tiempo tras la lesión del colombiano Hidalgo, que quedó mal ante la marca fuerte que seguían metiendo los defensores visitantes.
Jackson de Oliveira llegó para tomar el lugar del cafetero al minuto 40, pero no tocó ningún balón en los cinco minutos antes del pitazo de Jaime Herrera del final del primer tiempo. El réferi había recibido varios reclamos del técnico Castillo ppr algunas faltas que no sancionó y en otras donde exigía una tarjeta preventiva.
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A no ser por las ocasiones de Portillo y García, una por bando, los 45? se fueron sin mayores sobresaltos en las dos cabañas. La idea de Sonsonate era salir a presionar desde el primer minuto del segundo para encaminar el resultado. Al 46? consiguieron otro tiro libre del que se hizo cargo el especialista Christian Portillo. Y volvió a complicar a Benji que tuvo que mandarla al tiro de esquina.
De Oliveira es un jugador que sabe tener más la pelota, pero el problema frente a él Valoyes que le ganaba en velocidad cuando intentaba escabullirse.
El cielo empezó a “llorar” porque no había goles. Ze Paulo se había escondido en el ataque cocotero y del otro lado, Ignacio Flores estaba solo arriba, Nicolás Muñoz ya había dejado el campo para dar espacio a Santos Ortiz.
La hinchada sonsonateca empezaba a pedir a Rafa Burgos, la última esperanza en ataque para poder gritar un gol. Paolo seguía dando su cuota pero el desgaste le empezaba a afectar cometiendo muchas faltas.
Águila seguía con la brújula descompuesta, que de no ser por algunos chispazos de Fagundez le costaba acercarse a la meta de Oscar Martínez. Mientras, Edgardo Malvestitti seguía guardando sus últimos cambios para ver si daba una sorpresa.
El mejor de la noche fue el meta sonsonateco al lograr tapar dos disparos al 78?, uno de Flores y otro de Ortiz. El último al 88?, de nueva cuenta al “Turu” para evitar que los orientales consiguieran mucho premio.
Para la siguiente jornada del torneo nacional, Sonsonate volverá a ser local, en el juego ante el CD UES, mientras Águila recibirá a Santa Tecla.