SAN ANDRÉS. En el deporte, como en general en la vida, se premia al que llega primero. Pero la edición XXVIdel campeonato nacional de Olimpiadas Especiales recuerda a la sociedad que no siempre el mérito está en llegar primero, sino en disfrutar del camino.
Mientras sus rivales competían, Carlos Cañas les aplaudía y les celebraba. Cuando alguien más terminaba la prueba, llegaba María de Los Ángeles Guzmán a felicitarles y a acariciar a los caballos.
Estos chicos son especiales no porque tengan retrasos mentales, parálisis cerebral, u otras “discapacidades”. Son especiales porque enaltecen el deporte y al ser humano con sus acciones.
No ganó uno, sino que ganaron todos los participantes y la sociedad, con un cierre de oro, de historias humanas.
Carlos Eduardo Acevedo llegó a “El Corralito” hace años para conocer sobre la equinoterapia. Hoy es atleta y también trabaja ahí mismo cuidando los caballos.
En la serie 1, fue el más destacado al acabar con un punteo de 8.11 en la prueba de adiestramiento. Y le acompañó en el podio José Manuel Flores y María Guzmán, con 8.10 y 7.97, respectivamente.
Mientras que Carlos Cañas, quien se animaba antes de salir a la pista, no paraba de celebrar su primer lugar en la serie 2 de esta prueba. Es uno de los nuevos del grupo, y ya está dando muy buenos resultados en poco tiempo.
Se impuso con 8.60 en el punteo, y le acompañaron David Escobar (8.12), Aracely Escobar (7.84) y Paolo Alas (7.71).
Después, fue el momento de aumentar las dificultades y mostrar las habilidades en las pruebas de working trails, en las que atraviesan distintos obstáculos.
Acevedo se llevó el primer lugar (1:47 minutos), seguido por María Guzmán (1:57) y José Flores (2:12). Mientras que en la serie 2, Paolo Ala destacó con 2:14, otro de los nuevos. David Escobar acabó con 2:26, Aracely con 2:46 y Carlos Cañas, con 3:07.
Emocionada, María Guzmán contó que fue “emocionante, desde ayer estaba emocionada para esta competencia. Es un triunfo para mí, he hecho un esfuerzo para entrenar y me gusta el deporte”, aseguró esta atleta, quien tiene casi 15 años practicando, después de ver a su hermano Mauricio Alberto competir.
“Me gusta el adiestramiento y el salto”, agregó María, quien, nomás finalizar, abrazó a “Fantasma”, el caballo que le proporcionó la Fundación San Andrés(de hecho, brindó todos los equipos para la prueba).
Sandra Uceda, de Olimpiadas Especiales, dijo que “esta es la clausura. Tenemos más de 50 torneos en el año, y este es el más importante, porque aquí se concentran todos los medallistas para competir con los demás atletas en diez ramas deportivas. Y es clasificatorio a los Juegos Latinoamericanos, que se realizarán en Panamá el próximo año”.
“Estamos emocionados, los atletas están bastante interesados en poder desarrollarse a nivel internacional. Y ecuestres es muy importante, nadie piensa que los atletas con discapacidad intelectual puedan destacarse, y la verdad es que hemos tenido muy buenos resultados”, añadió.