Síndrome es un conjunto de síntomas , fenómenos o factores que concurren, inciden o provocan la expresión de un estado, una enfermedad o un comportamiento, en este caso del deportista, y que retrasan o frenan su rendimiento óptimo.
Entrenamiento visible es un proceso planificado y complejo que organiza y aplica cargas de trabajo que estimulan la estructura, la adaptación y sobrecompensación en la búsqueda de un rendimiento óptimo e integral. Está basado en principios pedagógicos, biomecánicos y fisiológicos.
Entrenamiento invisible es la higiene, hábitos de salubridad, alimentación, hidratación, vitaminación, descanso y sueño, estabilidad emocional, conducta sexual, intra e interrelación personal, ausencia de tóxicos, nicotina, marihuana y drogas y el cumplimiento de tareas complementarias dictadas por el entrenador. Es todo lo que sucede fuera del entrenamiento visible y que debe regular un deportista en forma adecuada.
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El sobreentrenamiento se da cuando no se cumple con el entrenamiento visible e invisible armónicamente, cuando se rompe un proceso, o sea no hay continuidad en los entrenos, no hay una planificación, no se respetan los principios del entrenamiento (individualidad, especificidad, adaptación, alternabilidad, continuidad, etc.), no se gradúan las cargas por volumen, intensidad, densidad, complejidad y frecuencia, no hay evaluaciones de proceso, no conocemos el deporte, no exigimos y corregimos oportunamente, solo castigamos o sancionamos, maltratamos al deportista, no se maneja la competencia.
Si el entrenamiento visible ha tenido la atención profesional adecuada, pero el deportista no se alimenta en cantidad y calidad que reponga el gasto calórico, no duerme ni descansa el tiempo requerido, cuando la agresividad reprimida la sustituye por degeneración sexual, fuma, bebe o se droga, no cumple las tareas físicas complementarias, cuando hay inestabilidad emocional, se está al borde del síndrome de sobreentrenamiento.
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Bastara con la suma de algunos factores incidentes señalados antes en uno y otro entrenamiento para caer en el síndrome de sobreentrenamiento. En nuestro deporte de rendimiento, siempre hay muchos factores incidentes porque no se trata adecuadamente el entrenamiento visible o porque no hay seguimiento o atención del invisible. La manifestación del síndrome es observable cuando el jugador no eleva su rendimiento por más que se esmera, presenta un cansancio crónico, pierde los enfrentamientos, no acompaña ataques, no tiene actitud de lucha, se entrega al esfuerzo del adversario, se irrita frecuentemente, es expulsado con frecuencia, no convierte, no hay motivación frente a la lucha, se frustra, teme ser vencido, no busca el éxito; todo para él es sacar rutinas y siempre tiene justificaciones engañosas.
El entrenamiento hoy ya no es de Pinkala, Ozolin, Bompa, etc. ha cambiado su tratamiento significativamente: es el deportista lo más importante. El entrenador será, por eso, de preparación constante y el dirigente un verdadero gestor de atenciones y recursos. El deportista de alto rendimiento invierte energía, gasto calórico, desgaste orgánico para producir ingresos, para satisfacer la recreación y salario para muchos. Un deportista de alto rendimiento es un ser anormal positivo… cuidémoslo.