Reír, llorar, jugar, compartir, competir, emocionar. De eso y de mucho más se trataron los Juegos Nacionales de Olimpíadas Especiales que cerraron el telón el sábado y que durante una semana hicieron vibrar a gran cantidad de gente. Campeones del esfuerzo y del deporte.
Atletismo, natación, bochas, bádminton, gimnasia rítmica y artística, ecuestre, tenis, tenis de mesa y levantamiento de pesas fueron las disciplinas que disputaron cientos de atletas que llegaron desde todos los rincones del país para participar de una fiesta incomparable.
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El puñado de gente que conforma la organización de Olimpíadas Especiales y el esfuerzo de padres, voluntarios, entrenadores y boy scouts hizo posible el milagro de esta competencia, la más pura del mundo del deporte. Su esfuerzo también merece aplausos. Todo en medio de una fiesta sin par.
Aunque en el deporte se puede ganar o perder, en Olimpíadas Especiales el triunfo está asegurado: la voluntad y el esfuerzo siempre tienen premio.