La lotería de los extranjeros

Fichar foráneos en el fútbol salvadoreño está lejos de ser una apuesta segura. Solo uno de cada cinco realmente llega a funcionar.

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Foto Por edhdep

Por Claudio Martínez | Twitter: @martinezchino

2016-05-03 2:12:00

Antes de hacer una contratación, los clubes europeos evalúan una infinidad de variables antes de decidirse. Por la general, estudian exámenes médicos, perfiles psicológicos, informes técnicos, recomendaciones de scouts y visores, rendimiento en las últimas temporadas, valor del mercado, etc… Todo eso antes que el director deportivo, o en algunos casos el propio entrenador, levante el pulgar para su contratación.

Aún así, pasando por todos esos tamices, hay fichajes en Europa que han sido un auténtico fracaso. Algunos como el de Douglas, Chygrynskiy o Hleb en el Barcelona; Kaká o Faubert en el Real Madrid; Mendieta a la Lazio; Radamel Falcao al Manchester United; Robinho al Manchester City… Y así muchos más.

En el fútbol salvadoreño la contratación de extranjeros, sobre todo aquellos sin pasado en el país, es lo más cercano a una lotería. Es una moneda al aire… Por supuesto que no se aplican los criterios y filtros de los clubes europeos. Todo se reduce a que alguien los recomiende, a veces acompañado de un video donde muestran maravillosas jugadas que nunca le veremos hacer en vivo, y de números y estadísticas difíciles de constatar. Eso sí, cuestan poco dinero y el riesgo es mínimo, sobre todo en un fútbol donde deshacer unilateralmente un contrato, si no gusta el extranjero, es más fácil que la tabla del cero.

La reciente salida de Willis Plaza (1 gol, 4 asistencias), delantero de Alianza, es uno más de los tantos casos de jugadores foráneos que no terminan de funcionar y deben irse antes de tiempo. Por lo general se contrata a ciegas, y los resultados están a la vista. Un ejemplo claro es el FAS, que fichó al comienzo del torneo a los argentinos Jonathan Lezcano (5 partidos, 0 gol) y Lucas Vico (6 partidos, 1 gol). Llegaron sobre la hora, sin hacer pretemporada, y para la fecha 10 ya estaban afuera por bajo rendimiento. Y lo peor es que tuvieron a prueba a Mckauly Tulloch (6 goles), artífice de la remontada de la UES, y decidieron no contratarlo.

Águila, segundo del Clausura, tampoco acertó demasiado con los fichajes extranjeros. El peruano Miguel Curiel (7 partidos, 1 gol de penal), una de las contrataciones más sonadas del torneo, ha sido una decepción. Y ni hablar del jamaicano Keithy Simpson (3 partidos), a quien ficharon como delantero para luego darse cuenta de que en realidad era lateral… Luego se le rescindió el contrato para sumar a Héctor Ramos, de probada efectividad en Metapán, pero que por cuestiones físicas aún no ha logrado destacar. Lo curioso es que en su momento, Águila prefirió a Curiel y Simpson en lugar de Alan Murialdo (9 goles, 7 asistencias) y Bryan Lanzeni (1 gol), que habían llegado a probarse al club y que acabaron en Dragón, realizando un gran torneo, especialmente Murialdo.

Sonsonate también ha tenido inconvenientes con sus extranjeros. El argentino Fernando Gallo (1 gol de penal), proveniente de Guatemala, fue forzado de dejar el club en las primeras fechas por bajo rendimiento. Y ahora se suma el colombiano Óscar Móvil (4 goles). Ni hablar del Atlético Marte, que fichó –ya con el torneo comenzado- a dos uruguayos que casi no tuvieron participación. Se trató de Darío Nicolás Céspedes (1 gol en 5 juegos) y Sebastián Gutiérrez Furtado.

En Pasaquina las nuevas caras han sido el paraguayo Gustavo Guerreño (5 goles) y el argentino Manuel Lucero (1 gol), ambos fichados con la venia del entrenador Hugo Ovelar. Hasta aquí, ninguna ha sido decisivo. Algo parecido ocurrió con el colombiano Mike López (1 gol) en Metapán, de poca incidencia.

Una de las claves, sin duda, parece ser apostar por jugadores de probada eficacia en el fútbol salvadoreño. Futbolistas ya adaptados al medio. Ese es uno de los secretos de Santa Tecla con Ricardinho e Hinestroza. Eso sumado a un fichaje extranjero que les salió muy bien: el portero mexicano Joel Almeida. Chalate aplica la misma fórmula y sus foráneos ya llevan tiempo en el país: Bladimir Díaz, Miguel Solís, Elder Figueroa y Kordell Samuel.

Juventud Independiente, administrado por Luis Ángel Firpo, también aplicó esa lógica y se fue por lo seguro. Dos de sus extranjeros son viejos conocidos del fútbol salvadoreño: el colombiano Eder Arias y Johnny Ríos, ambos ex Aguila. Por el contrario, la cara nueva fue su compatriota Maikon Palacios (1 gol en 10 juegos) y no funcionó.

En síntesis, por cada caso exitoso como el de Murialdo, Tulloch o Almeida, hay otros cuatro o cinco que acaban en fracaso y con rescisión de contrato anticipada.