SAN MIGUEL. Volvió a lo más alto. El vuelo, combinado con la derrota de Santa Tecla, el expuntero, ayudó a que Águila cerrara la última fecha del torneo regular como líder (46 puntos). Consiguió una victoria sobre Juventud (2-0), que ahora lo hará enfrentar en cuartos de final a Chalatenango. Mientras los usulutecos se verán con Dragón.
La reacción de Águila en el partido fue rápida. La primera, a los dos minutos, un cabezazo que metió en una prolongación Nicolás Muñoz, pero el balón dio en el travesaño y pegó rebotando de arriba-abajo sobre la línea para ser rechazada. Si bien los emplumados pedían un gol, la jugada continuó.
A la contra, los usulutecos tuvieron un tiro libre, al que en el intento de quedarse con el balón el portero Jorge Zelaya tuvo una ajustada jugada a la que llegó el siempre olfativo Williams Reyes, que trató de responder sobre línea final, sin beneficio.
Águila volvió a la carga con un disparo, a los cuatro minutos, con un remate de buena dirección por parte de Muñoz, que Felipe Amaya solventó sobre la línea. Era el panameño-salvadoreño el de mayor propuesta buscando el gol, ya que se mostraba más suelto y no tenía marcas que lo frenaran, por lo que jugaba más cómodo. A los siete minutos, intentó Muñoz, pero ésta vez con un tiro libre, a las manos de Amaya.
La dinámica era propia de dos de los equipos de la parte alta de la clasificación. Con fuerza, inteligencia, chispa permanente. Se generaban ideas en el medio y tenían respuesta ofensiva. Los apoyos de las defensas y en los arcos no tenían error. Ambos jugaban, y dejaban jugar.
A los 12’, los usulutecos se fueron al frente con un cabezazo de Marvin Hernández, quien se filtró por carril central, pero su disparo terminó afuera. Dos minutos después, la respuesta fue del nido, cuando dominó Héctor Ramos –por la derecha– y trató de sorprender con un pase filtrado, pero estaba en posición adelantada.
Pero la insistencia y la llegada eran mejores en los emplumados. Los usulutecos trataban de defender, pero con reacción lenta que a la postre dejó la puerta abierta para el gol local.
A los 20 minutos, apareció Santos Ortiz, quien metió un centro desde la derecha y asistió a Ramos, quien se perfiló frontal y de cabeza hundió el balón para el 1-0. El entusiasmo mantuvo el potencial de Águila, que siguió alentado con el “yo te sigo por todas partes a donde vas” que cantaban los hinchas y el perfil siguió alto.
Los de Usulután perdieron la media, y Reyes adelante no recibía balones. Hernández trataba de sacar al equipo adelante, pero era más sólido el mediocampo migueleño que frenaba la salida con las anticipaciones al ganar la pelota de Ortiz, el más inquietante. Trataban de hacerle la segunda René Gómez y Ronald Torres, en los duelos con Óscar Jiménez y Hernández.
Águila no paró con su ataque, jugando a ras de piso y con los remates a puerta de Ramos, Muñoz y alguno que se animara a probar a puerta.
El segundo no llegó y se fueron al descanso con la ventaja mínima, aún y cuando los pamperos realizaron un cambio a los 43’, llegando Kevin Melara por Bryan Pérez.
Pero obligado a buscar por lo menos el empate, el DT manudo movió sus piezas rápido para el complemento (45’), con lo que ingresaron José Villavicencio y Maikon Palacio, para fortalecer media y delantera. Crear y encontrar el posible gol.
Cambios, sin alcance
Arriesgar comenzó a dar mejora en el rendimiento manudo. Hubo más flujo de balón al ataque y disminuyó el filtro de balones que recibían Muñoz y Ramos, equilibrando la media. Sin embargo, el juego se dibujó por diez minutos en el centro. Toques y rotaciones, pero nadie mandaba. La intención la mejoraron los pamperos, pero sin caer en los balones de profundidad a Reyes o Palacios, y tampoco logrando ganar alguna estacionaria de peligro.
Fue hasta los 61’ en que Nico volvió a tener para Águila la oportunidad del segundo, con un toque con la punta del botín, con la que trató de rematar, pero Amaya se quedó con la pelota saliendo al achique con seguridad.
Águila, aunque disminuyó el flujo de ataque, siguió siendo determinante en su juego, ordenado, mientras Juventud perdió idea y fuerza, sobre todo porque Palacio no tuvo más que un arranque parejo, pero luego no se encontró, ni tuvo peso. Y Reyes estaba muy solo para cazar el tanto del empate.
Supo defenderse, sin embargo, Juventud ante las siguientes ocasiones de peligro que generó Águila, pero el cuadro emplumado parecía que no volvería a concretar, hasta que Nico apareció al cierre del juego (90’), cuando definió una jugada por derecha, un balón que empujó para el 2-0 final. Hizo así efectiva su lucha por cerrar líder, en la combinación con la caída de Tecla, para llegar a cuartos como uno de los favoritos para pelear por el título.