Omar Sevilla tendrá que dirigir la final desde las gradas. Contra Santa Tecla fue expulsado pero eso es lo de menos para él, Dragón está en la final y lo logró cuando no estaba en la quiniela de la mayoría.
Fue cargado en hombros por sus jugadores, corrió hacia sus aficionados en el sector general del estadio Las Delicias y estuvo en el foco de atención de los medios. Todo le salió. En la última fecha de fase regular escogió rival, evitando al Alianza y, aunque en cuartos y semis le tocó a dos de los favoritos, su equipo los dejó en el camino, confirmando que son la sorpresa del Clausura 2016 y se ganaron el mote de “matagigantes”.
No cabía de felicidad y fue directo en sus comentarios. “Todos nos daban por perdidos, esperaban una goleada como la que le metieron a Pasaquina pero Dragón es Dragón y tiene corazón de león, así que el orden, la entrega y trabajo durante todo el torneo nos llevaron a esta instancia y no dudamos que haremos cosas grandes primero Dios con el esfuerzo de estos chicos… Nos menospreciaron, nos vieron como una nada y allí está el error y Dios es grande”, explicó.
¿Tiro por la culata?
Ahora que ya están en la final, aseguró que jugarán como siempre, sin complejos. “Seguiremos trabajando, iremos contra uno de los grandes y esperamos llevarnos esa copa para San Miguel. Estamos muy contentos con este resultado, sabíamos que habían perdido solo una vez en el campeonato pero hablamos con los jugadores de querer la camisa, es muy importante no solo pensar en el dinero, hay que trabajar duro, pensaban que éramos Pasaquina pero se equivocaron porque les salió el tiro por la culata”.
Sobre la personalidad de su equipo, señaló: “Les inyecté mi carácter a los jugadores porque yo soy un tipo que no le gusta perder. Con Pasaquina hicimos una planificación de perder pero no quería en mis adentros pero regalamos entre comillas. Claro que yo no le dije a mis jugadores vamos a perder, a los seis que metí les dije jueguen y ganen y si lo hacen el domingo van de titular pero perdieron”, explicó.
En cuanto al estilo de juego, aclaró que en Dragón no solo hay garra… “No solo somos guerreros, aparte de eso sabemos jugar, tenemos una estrategia, un pelotazo criminal y nos planteamos bien, somos un equipo que te sorprende en cualquier momento. Tenemos jugadores con pateo de media distancia. Entonces este equipo tiene algo, me acordaba que como jugador era guerrero pero cuando venía al Cuscatlán me metían cinco goles pero también influyen las partes táctico y técnicas que hay que trabajarlas para saber qué vas a hacer y descifrar al rival, ya lo habíamos hecho porque ellos siempre te abren y aparece uno por la espalda y eso ya lo sabíamos y evitamos que nos mataran con los centros. Desciframos a Santa Tecla y no nos abrimos. Yo jugué 4 veces con ellos y esta es la quinta y no es que no sepamos contra quién jugábamos, hay que ver y analizar los partidos, y saber los jugadores clave y que los jugadores se mentalicen con taparlos”.
En el partido, a falta de 27 minutos fue expulsado., De esto habló: “Les dije que ya van a perder tiempo otra vez y como me tenía vigiadiato el árbitro, le dije ya van a perder tiempo que no jodan y me expulsó. Me pusieron el dedo y para afuera pero está bueno yo no juego estoy en las gradas”.
Sevilla habló de sus inicios como timonel. “Me caracaterizo como un técnico con carácter, con compromiso porque hay que defender la camisa y si no tuviera conocimiento mejor me quedaría vendiendo mercadería como mi papá en los pueblos. Desde que me retiré dije yo quiero ser entrenador y empecé a estudiar, me nació a mí, no como a otros que tenían 20 años de retirados y les dijeron sean entrenadores y allá están en Santa Rosa. Cuando me retiré quise ser entrenador y no me estoy agradando como un amigo en San Miguel que dice soy director técnico no entrenador y yo soy entrenador, no me importa”.
Omar dijo, antes de retirarse del campo en Las Delicias “Cuando uno estudia de entrenador. Solo me recuerdo de Paredes que para trabajar necesitaba 20 años de experiencia y gracias a Dios a los 10 años pude lograrlo y debuté contra él y le gané, Atlético Marte-Águila en el Cuscatlán. Cuando vine con la pata quebrada de Honduras vine a Limeño y agarré la reserva y fuimos campeones. La experiencia la vamos adquiriendo de a poquito, agradezco al presidente del equipo Roberto Pérez, ese hombre confía en mí a muerte y me dice haga lo que quiera, y acá está el premio para tí”.