Nació en El Salvador. Su sangre es cuscatleca. Pero ella decidió, por nacionalización, jugar para la selección de sóftbol de Guatemala. Esa es la historia de Josselyn Monge. Una lanzadora que ama el sóftbol, pero quien optó por vestir el uniforme chapín y defender los colores del país vecino.
Con 16 años de edad y terminando su último año de bachillerato (dos años), la pitcher cuenta un poco de su historia. “Tengo ocho años de practicar sóftbol y tres de jugar con Guatemala. A los cinco años, me fui a vivir allá, por razones de trabajo de mi papá, entonces comencé a jugar y ya entrenando me llamaron para jugar con ellas”, comenta.
La lanzadora, quien actualmente juega con la Universidad de San Carlos y vino a la serie amistosa del fin de semana contra las salvadoreñas, asegura que nunca tuvo duda de jugar con las vecinas. Además, ya tiene logros de éxito.
“En tres años, he sido campeona Centroamericana Juvenil, en dos ocasiones, Mayor y hemos sido tercer lugar Mayor de nuevo”, enumeró.
Monge habló de su futuro, ya que quiere “ser profesional del sóftbol”: “Estoy buscando una beca para EE.UU., y poder así jugar sóftbol en liga profesional”. Y le gustaría ser Ingeniera Química Industrial.
Sobre su decisión de jugar con Guate y no para el país, comentó que su familia está dividida, pero la apoya. “Mis papás siempre me han apoyado y mi familia en general sabe que he vivido ahí todo el tiempo, pero a la vez que mi país de nacimiento es El Salvador, así es que están alegres porque juegue con una selección, aunque preferirían que jugara a favor de El Salvador”.
Josselyn tiene en agenda, para este año, participar en un Torneo Mundial en Canadá, fogueos y un Torneo Mayor.