¿Podemos hablar de fútbol nacional?

Parece un buen momento. Uno de esos momentos del año en los que más se habla de fútbol salvadoreño en el país, se va a jugar la final

descripción de la imagen
Foto Por edhdep

Por Fernando Palomo | Twitter: @Palomo_ESPN

2016-05-24 8:42:00

¿Podemos hablar de fútbol nacional? Parece un buen momento. Uno de esos momentos del año en los que más se habla de fútbol salvadoreño en el país, se va a jugar la final. Sin embargo es lo menos relevante. Se habla, pero no de temas que verdaderamente merezcan atención. Hay quien piensa que en estas líneas se escriben cosas muy lejanas a la realidad del fútbol nacional, pues me congratulo que estas líneas lleven esa interpretación. Su principal motivación es alejar al deporte nacional de su realidad actual. Quizás sirvan de algo.

Podrían seguir la corriente y analizar a los finalistas del torneo, hablar de su juego, su historia, el contexto en el que llegan Águila y Dragón a definir el título del insípido fútbol nacional. Estaría sirviendo a los intereses de una Liga que debe atender cosas más importantes. La realidad debe cambiar. No quiero imponer la idea en nadie, pero si alguien quiere ser cómplice de tragedias a punto de suceder, “cada quien, es cada cuál” dice Serrat. Podemos hablar de la final, pero les recuerdo algunos temas que tendrían que tener más relevancia que un partido de fútbol.

Doping

Fuentes de la Liga Mayor me confesaron recientemente que en El Salvador no se realizan pruebas antidopaje. Dicen incluso que para tener la autoridad moral para exigir a un jugador a someterse a pruebas antidoping, primero tendrían que someterse los dirigentes de fútbol a las mismas pruebas. La Asamblea Legislativa podría aprobar como ley la reforma que propone cárcel para los deportistas que se dopan. Las cárceles estarían libres de futbolistas, al menos por doping. Es que los futbolistas salvadoreños no se someten a ninguna prueba que certifique a su cuerpo libre de sustancias prohibidas. Así de claro. Se pueden escudar en que FIFA ha sido de las Federaciones Internacionales con menor complicidad en la lucha antidopaje. Es cierto. Pero la relación de FIFA con la Agencia Mundial Antidopaje se distancia en la aplicación de las sanciones, no en la realización de pruebas exigidas por el Código Mundial Antidopaje. En este escenario, El Salvador podría ser un paraíso para jugadores que consumen sustancias prohibidas. Quizás ya lo es, pero no lo sabemos.

Salud cardiovascular

Las muertes por accidentes cardiovasculares en el fútbol aparecen con tal frecuencias entre las noticias deportivas, que no parecen noticia. En El Salvador no hay un esfuerzo evidente que evite pensar que estamos lejos de ser noticia por el fallecimiento de algún jugador en un partido de fútbol. Ningún estadio de la primera división del fútbol nacional está equipado con aparatos para tratar paros cardiorrespiratorios. ¿Sólo una tragedia despertará a los dirigentes del deporte nacional para que atiendan el tema? 
En el caso de un accidente que requiera de una ambulancia en el terreno de juego, no son todos los estadios en los que se juega fútbol de Primera División los que estarían adecuados para permitir su fácil acceso al campo. Algunos estadios apenas tienen tanques de oxígeno.

Amaños

La mayor vergüenza en la historia del fútbol nacional, los amaños, no ha sido tema en la Liga Mayor. La suspensión de jugadores de la Selección por condicionar el resultado de un partido y beneficiar mercados de apuestas, fue la última vez que los amaños se trataron en dentro de la Liga. Desde entonces hasta hoy, no hubo esfuerzo impulsado por la Liga, para educar a los jugadores profesionales del fútbol nacional en relación al tema de los amaños. Las condiciones en algunos casos miserables en las que ejerce su profesión el futbolista de nuestro medio, lo instalan en un lugar de vulnerabilidad desde el cual es más cercano caer en la tentación del amaño. Desde la Liga no se ha hecho nada para evitarlo. Un caso más que invita a creer que ni la tragedia los hace despertar.

Si quieren, podemos hablar de la final Águila-Dragón, pero hay otros temas por atender. Aunque quieran verlos como asuntos muy lejanas al fútbol nacional.