¿Se murió el amor?

La afición salvadoreña se olvidó de la Selecta como medida de presión a las autoridades de la Fesfut para que renuncien.

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Pocos pero fieles en el juego entre El Salvador y Armenia.

/ Foto Por edhdep

Por William Alfaro, enviado especial a Los ??ngeles, Estados Unidos | Twitter: @WilliamAlfaroSV

2016-06-01 8:28:00

En un hecho inédito, sin precedentes, la Selecta jugó ante Armenia con escasos aficionados blanquiazules, aunque fue mayoría relativa. La ausencia de las barras organizadas obedece a la medida de presión de los compatriotas en Los Ángeles para que renuncien los dirigentes de la Fesfut.

Antes del juego en Washington, ante Perú, las barras organizadas en Los Ángeles habían anticipado que no llegarían al StubHub Center. De hecho, uno de los pocos que se acercó al hotel de concentración del seleccionado dijo que sí llegaban, lo harían para protestar contra los dirigentes de la federación y no entrarían al estadio. Algo similar a lo que ha hecho la barra de Alianza cuando ha roto relaciones con la directiva alba.

Lo cierto es que el apoyo incondicional se rompió y pocos, muy pocos aficionados llegaron al estadio del Galaxy. Algunos como Jorge Cisneros, originario de Usulután, aseguraron que lo hicieron porque no pueden dejar sólos a los muchachos aunque no se vale que sigan los que no hacen nada. Los directivos que no han hecho nada y ya estamos eliminados del Mundial de Rusia”.

Algunos aseguraron que había pocos aficionados por el día y que “los malos resultados habían ahuyentado a la afición que ya no se deja dar paja”.

Pese a ello, y al mal augurio de la afición, como el caso de la cojutepecana, Cecilia Franco, quien aseguró tres horas antes que “con suerte nos meten cinco”, la Selecta enfrentó a Armenia con más color en las gradas, niños entusiasmados con la camiseta de Henrikh Mkhitaryan, volante del Borussia Dortmund, considerado un Mágico González en el país del Cáucaso sur y banderas tricolores.

Una dura lección para los dirigentes de la Selecta que tienen que reflexionar para recuperar la poco y cuestionada identidad del seleccionado con aquellos que siempre estuvieron con la Azul y Blanco, “los eternos indocumentados”.