Armenia es un municipio de Sonsonate que está a cerca de una hora de San Salvador; y también, Armenia es un país considerado europeo, antigua república soviética, que es frontera imaginaria entre Europa y Asia. Esta última Armenia, que tiene por lema, “una nación, una cultura”, y jugadores como el volante del Borussia Dortmund, Henrikh Mkhitaryan, los que bailaron a la Selecta y firmaron el onceavo revés de la era Maradiaga, quien tampoco es armenio ni salvadoreño. La noche del miércoles humillaron a los nuestros con un doloroso 4-0 en Los Ángeles.
La Selecta salió a perder. Cuesta decirlo, pero al 2’, ya estaba cayendo tras un desborde de Henrikh Mkhitaryan, del Borussia Dortmund, que Xavi García hundió en propia puerta, a la segunda llegada de Armenia cayó el segundo gol, de Hovhannes Hambardzumyan, cuando se corría el minuto 7’.
La avalancha era tal que al 12’, una pelota pateada a la entrada del área, desde el corredor derecho, por Tigran Barseghyan, pasó calando el poste derecho de Hernández quien ya veía la pelota nuevamente en las redes. Cinco minutos más tarde, Barseghyan se comió el tercero con arco sólo tras una salida de Hernández, ante otro desborde por el carril izquierdo de Edgar Manucharyan.
Hasta el minuto 18 llegó la Selecta a suelo armenio, tras un pase medido de Dustin Corea a Nelson Bonilla, quien perdió ante la marca de los zagueros europeos.
Fue el carril derecho en el que estaba Dennis Pineda y Bryan Tamacas el que se convirtió en un “freeway” para los armenios en los primeros 20 minutos. Después, al igual que lo hicieron ante Guatemala cambiaron de carril y los cambios de juego se realizaron buscando a Manucharyan, quien se perdió más de una ocasión en disparos a bote pronto, sin acomodar.
Al 26’, la Selecta encontró un tiro de esquina que desaprovechó porque la pelota pateada por portillo superó a zagueros armenios y delanteros salvadoreños para salir en el otro costado.
Al 33’, Hernández nos salvó del tercero en dos ocasiones, ya que el esquema que había mandado Maradiaga se había desdibujado y la Selecta no aguantaba la pelota en el mediocampo y había pasado de un 4-4-2 a tener un sólo hombre en punta, pero con poca marca y tanto Dustin Corea como Gerson Mayén se habían visto superados por el rival y Pineda no era constante en el apoyo a Tamacas.
Aluvión en el complemento
Así se fue el primer tiempo, con una ocasión de Gor Malakyan, en un mano a mano ante Hernández que se convirtió en protagonista en contraplano de sus colega Arsen Beglaryan, quien fue un espectador más.
Para el segundo tiempo entraron Óscar Cerén y Álex Larín, por Pineda y Portillo, cerrando los carriles que habían sido un dolor intenso de cabeza para propios y extraños.
Sin embargo, al 61’, la Selecta tuvo un leve chispazo de recuperación. Corea realizó el más claro disparo a puerta que se fue a un costado de Beglaryan, pero cuatro minutos después, Hernández volvió a salvar la puerta salvadoreña ante un cabezazo a quemarropa de Malakyan.
Cuando la Selecta mejoró, Armenia contraatacó nos liquidó. En una arranque desde el centro del campo de Barseghyan la pelota terminó en el fondo. Queda la duda si la pelota la empujó el armenio o el central Alexander Mendoza.
Al 74’ entró Luis Contreras y no se terminaba de acomodar cuando Gegham Kadimyan ponía el cuarto gol de los armenios, en un nuevo contragolpe por el costado izquierdo. Contreras no había tocado aún la pelota en el partido y la primera fue en el fondo de las redes.
Conforme pasaron los últimos minutos la frustración de los salvadoreños fue mayor y comenzaron a abuchear a los jugadores nacionales, y las cosas iban a mal con la lesión de Nelsion Bonilla, quien tuvo que ahuecar por lesión. Por el delantero del Zira ingresó Rafa Burgos, pero poco pudo hacer el atacante de Sonsonate, cuando el marcador ya estaba sentenciado.
A seis minutos del final, el debutante Tamacas comenzó a tener problemas e ingresó Jonathan Jiménez al 87’. El partido se fue con otra ilusión de ver ganar a la Selecta que más minutos sin encontrar la fórmula para acabar con una maldición que la aleja del fútbol que alguna vez hizo soñar a los salvadoreños. Por ahora todo es silencio en el futuro de la Azul y Blanco y Rusia está tan cerca y lejos como Armenia.