La Selecta tuvo que dormir la noche del jueves y madrugada de este viernes en el piso del aeropuerto de Houston, debido a que el vuelo tuvo que aterrizar de emergencia en San Antonio, por el mal clima en esa zona.
Los jugadores se quejaron por esos inconvenientes, pero sobre todo porque no había un hotel donde pasar la noche hasta poder tomar el avión que los trajo a El Salvador la mañana de este viernes.
Ernesto Góchez, ahora excoordinador de selecciones, puesto que dejará ese cargo para irse de auxiliar técnico del Sonsonate, dejó en claro que no tuvo nada que ver en la malas condiciones que se le dieron a los jugadores.
Góchez aseguró que Emerson Ávalos, directivo de la Fesfut, “le gusta viajar y por eso hay que llevarlo a los viajes”. Dijo que había ido a Washington para visitar familiares.
Además, señaló que por incluir en la delegación a este directivo también se debe dejar a un jugador fuera de la nómina: “”Para que Emerson Ávalos viaje hay que bajar un jugador”.
El excoordinador se desmarcó de los señalamientos de que era el culpable de que los jugadores no hayan tenido un hotel disponible para descansar mientras esperaban la conexión a El Salvador, tras aterrizar de emergencia. Sin embargo, dijo que eso no le corresponde porque es la promotora de los amistosos la que vela por esas comodidades.
Agregó que como gastos de “imprevisto” para esta gira habían $1000, de los cuales se gastaron $300 en Washington y el resto lo trajo de regreso al país Ávalos, cosa que el federativo desmintió.
Emerson Ávalos se desmarcó de esos señalamientos y de los problemas que sufrió la delegación en su retorno al país, en cambio dijo que era su compañero de Comité Ejecutivo, Zenón Gómez el que debía velar porque era el encargado.
Neto Góchez, además, dijo que este tipo de cosas han sucedido por mucho tiempo en la Selecta, incluso ha tenido que poner su tarjeta de crédito para pagar imprevistos, pero recalcó que siempre son cancelados por el ente federativo.
“Él (Neto Góchez) tiene que ser más responsable con lo que dice”, agregó Ávalos. Entre otras cosas que mecionó el directivo, mencionó que los gasto de bolsillo de los federativos en este tipo de viajes son de $135 menos renta, al igual que los jugadores.
Los afectados
Nelson Bonilla fue de los más críticos por lo que les tocó vivir en el aeropuerto de Houston, pero se sumó Raúl Renderos, quien lo tomó tranquilo pero dijo que estaba “adolorido” por la noche que pasaron en la terminal aérea.
“No es la primera vez que pasa, son cosas que pasan desde hace bastante. Es increíble. Yo no sé cuánto cuesta conseguir un vuelo directo de Los Ángeles hasta San Salvador. Es un relajo completo”, se quejó el volante de marca.
Resignado ante esta situación, el jugador de FAS mencionó que el fútbol slavadoreño no parece profesional: “Desde que cortaron el proceso retrocedimos varios pasos atrás, siempre cortan los proceso, nunca dejan trabajar como se debe”.