Dragón sufre en el “taller”

OPINI??N - El amor por la camiseta dura seis meses, doce ¿Cuánto?

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Foto Por edhdep

Por Roberto Leiva | Twitter: @RobbieRuud

2016-06-10 4:32:00

Mientras leía, contestaba, escribía, me enfadaba y me estremecía acerca de cada salida del equipo de Dragón esta semana, y volvía sobre una idea que machaco hace tiempo, el camuflaje razonable del periodista deportivo que gusta de la gesta de los equipos “chicos”.

Y lo entiendo razonable, el tema de los fichajes, es algo que tiene que ocurrir. Dragón argumenta que no es capaz de satisfacer las nuevas demandas salariales de algunos de sus elementos más representativos. Y está bien. La sinceridad no los llevará a la crisis, esa de prometer y no cumplir, en este caso con jugosos aumentos.

Por eso, el espíritu de este ensayo no procura señalar a los directivos de un club modesto que se hace con algún título, no, pero si encausar a la reflexión de una premisa que todos los días en alguna parte del mundo se extingue: el amor a la camiseta, a los colores, al escudo, y a una hinchada que los represente en todo su complejo conjunto.

El argumento es simple, escueto, cortito y al pie: mejoras económicas. Y no se trata de juzgar esa decisión, ni mucho menos; pero ante la razón prioritaria de cambiar de aires para un jugador, es necesario citarlo. Luego vienen declaraciones para suavizar el tema como: “Siempre quise jugar en este gran club, desde pequeño soñé con estar aquí, esta es una institución grande, y agradezco la oportunidad”.

El amor por la camiseta dura seis meses, doce ¿Cuánto? ¿Es que el romanticismo en el fútbol ya desapareció? Más allá de la insoportable polémica circular – como si de algo nuevo se tratara- es triste ver cómo poco se lucha por proyectos a largo plazo. Acá parece ser que el largo plazo para unas cosas es seis meses, y para otras décadas, o siglos, si se atiende a los colores de la bandera por ejemplo.

Un día un director técnico francés dijo: “Hacer más de tres fichajes y pretender que sean titulares todos es un riesgo técnico que no puedo asumir”. En Dragón ya salió casi la mitad del plantel titular de la última gran final. Omar Sevilla ante la posibilidad de ser campeón se pudo haber planteado dos caminos, prevenir o no prevenir. Eso se verá en el desarrollo de los torneos que tiene por delante, Liga Mayor de Fútbol con el Apertura 2016 y la Liga de Campeones de la CONCACAF 2016-2017. Suerte, profe.

Por Robbie Ruud