¿Qué pasó con… Erber Burgos?

Exjugador de FAS, ??guila, San Salvador y la Selecta. Con todos los clubes fue campeón pero le quedó la espina de no poder llegar     a una Copa del Mundo con la Selección Nacional.

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Foto Por edhdep

Por Raúl Recinos | Twitter: @raulonlon10

2016-06-19 7:49:00

Comenzó su carrera semiprofesional en un equipo de juveniles llamado América Junior, donde compartió con Mauricio Cienfuegos. Erber Burgos comenzó a jugar fútbol como delantero, pero las ganas de jugar lo llevaron a tomar la decisión de adaptarse a la posición de volante de contención, puesto que ocupó hasta el día de su retiro en el Alba Acajutla, en la Segunda División, allá por el 2009.

Burgos tenía una estrella: El equipo en el que jugaba era campeón, incluso a Marcos Flores, expresidente del desaparecido San Salvador se lo predijo, cuando negociaban su contratación.

Antes de hacer su debut oficial en Liga Mayor pasó por las filas del ADLER de la finca San Nicolás. Eduardo Mora era su entrenador, ya lo había dirigido en América Junior y también le abrió la puerta para probarse en Atlético Marte -equipo al cual era aficionado porque su hermano mayor jugaba en la reserva-, pero no le gustó el ambiente.

Erber ve en Mora a un padre, porque “por decirlo así, me lanzó al estrellato”. No era para menos, en el inicio de la década de los noventas, le consiguió una prueba en FAS y se quedó 10 años para conseguir dos títulos entre 1990 y 1999. Ahí coincidió con en el entrenador argentino Juan Carlos Montes, quien le propuso la idea de jugar de volante de marca en una pretemporada que hacían en la playa, tras ver la voluntad que tenía de presionar siempre al rival y, tampoco perdía su olfato goleador.

 En el 2000 recaló en las filas de Águila y ahí también pudo coronarse en tres ocasiones, dos torneos de Liga y una Copa Presidente. Su paso con los emplumados fue corto, solo tres años pero llevaba su maleta llena de premios.

Con más de 10 años de recorrido en el fútbol nacional de Primera División, Erber Burgos recibió la llamada de Marcos Flores para negociar su posible incorporación a las Panteras Metropolitanas. “Pequeños detalles de dinero impidieron su llegada al extinto cuadro campeón.

Partió a Estados Unidos donde estuvo cinco meses, hasta que volvió a hablar con el directivo de San Salvador. “En broma le decía que me llevara para que fuéramos campeones”. Dicho y hecho, ese mismo torneo del 2003 la Panteras levantaban su primera y única copa.

Rubén Alonso fue el entrenador de Erber Burgos en ese histórico título en su carrera. Siempre lo tenía como un as bajo la manga y el charrúa lo necesitó en el proyecto que comenzó con el Alba Acajutla. En ese equipo de Segunda División terminó su carrera en el 2009. Sin embargo, antes pasó por el Topiltzín y el Dragón, siempre en la Liga de Plata.

En 1995 llega por primera vez a la Selección Nacional, Omar Pastoriza lo llamó y dice que es uno de los dos mejores entrenadores con los que convivió (el otro es Saúl Rivero). Más adelante jugó una Copa Oro de la mano de Milovan Djoric, a quien dice haberle pedido un favor: “Aquí estoy , pero por favor, no quiero que me trate como trata a los demás, vengo y quiero trabajar para un puesto allá adentro”. 

Burgos asegura que el entrenador Serbio sí era tan estricto como se dice: “a Kilmar Jiménez lo pellizcaba y les pegaba en la cabeza”.

¿Qué hace?

Después de 19 años de carrera en el fútbol profesional, Erber Burgos decidió colgar los tacos tras el segundo año con Alba Acajutla. Dejó de pegarle a la pelota y obtuvo un trabajo en una empresa importadora de juguetes y diferentes enseres. Ahí estuvo durante tres años.

Lo que siempre le ha apasionado, a parte del fútbol, es el negocio de la comida. Estuvo asociado con su hermana para distribuir alimentos en zonas donde había construcciones. Incluso, con su exesposa también incursionaron en este rubro y montaron un negocio importante.

En los dos últimos años se ha dedicado a colaborar en la Academia de fútbol de Efrén Marenco, quien ha tenido labores de preparador físico en diferentes equipos de la Primera y Segunda División. Burgos no tiene los títulos que lo acrediten como entrenador porque asegura que “no es lo suyo”, pero sí le apasiona la enseñanza a los jóvenes. “Efrén me dice que los saque (cursos de DT), pero no siento que sea lo mío, aunque sí me gusta estar en los entrenos colaborando”.

En la actualidad atienden entre 50 y 60 niños y jóvenes en la academia. Sin embargo, su pasión por la comida no la deja de lado y cuando tiene tiempos libres se va a las construcciones con su hermana para apoyarla. El volante de contención sigue haciendo de las suyas afuera de cancha.