Más de 400 personas mueren ahogadas cada año en España, y siete de cada diez ahogamientos suceden en entornos naturales como las playas. Son datos de un estudio de la Fundación Mapfre que resalta la existencia de un problema que se acentúa en verano, con la afluencia masiva a las costas.
Llega a #Tarifa la nueva moda del #JetSurf, el #surf con motor. Fotos de Foto Bahía-Sur Andalucía @viveandalucia pic.twitter.com/jImlkMgEjn
— Monplamar (@Monplamar) 13 de junio de 2016
Muchos de estos accidentes suceden por imprudencia o desconocimiento, y es muy difícil preverlos. Pero no tanto actuar con rapidez, si el socorrista de turno cuenta con una tabla de surf motorizada para llegar a la persona en peligro y traerla de vuelta a tierra.
Ligeras y con una alta flotabilidad, cuentan con una ayuda para los momentos más críticos: una turbina situada en la parte trasera y alimentada por una batería de ion litio que da para dos horas de empuje si se surfea a baja velocidad.
Esa potencia extra puede ser clave en los casos de ahogamiento, donde unos pocos segundos marcan la frontera entre la vida y la muerte.