En el próximo torneo Apertura 2016 de la Primera División los equipos podrán contar con cuatro jugadores extranjeros y ya no estarán obligados a alinear a un jugador juvenil en los partidos, la sesuda decisión, emanada en el seno de la Liga y luego avalada por la Federación Salvadoreña de Fútbol, no contribuye en nada al desarrollo del futbolista salvadoreño, al contrario, juega con su ilusión de llegar a vestir alguna vez la camisa de su equipo preferido. ¿O de verdad estarán convencidos de que es la mejor decisión para sacar adelante este fútbol provincial?
¿De verdad creen que aumentar el número de extranjeros y limitar a los juveniles es lo mejor para el fútbol nacional? ¿Adónde queda, entonces, el desarrollo del deporte más importante del país?.
Me podrán decir que el desarrollo no llega por que el joven juegue o no en un equipo de Primera, pero ¿por qué no obligar, de verdad, a los equipos a tener categorías inferiores y organizarles torneos con una verdadera competitividad? que no se quede en meros trámites que cumplir. Por ejemplo, unas categorías que compitan localmente para luego hacerlo internacionalmente.
No hay fondos para eso, pero sí para traer extranjeros que, muchos de ellos, y nos lo dice la experiencia, a los seis meses, o menos, se van “por bajo rendimiento”. Por muchos “Locos”, “Rambos”, etc. que vengan, no saldremos de la mediocridad, de la frustración y de la apatía en el fútbol.