USULUTÁN. Terminado el partido ante Santa Tecla, el plantel y el cuerpo técnico de Juventud se negó a hablar. Nadie quiso brindar declaraciones. El principal, Misael Alfaro, dijo “después”; pero luego de una larga espera, salió y aseguró que no lo haría.
Sin embargo, la presión de los medios lo hizo manifestar su postura sobre el juego que perdieron ante los tecleños (0-3), que valió el invicto, y la aceptación de su renuncia.
“Me voy a ir con la cara en alto, me voy a ir tranquilo. Ya siento que acá, verdaderamente… si me he quedado es por los jugadores, y por un poco de aficionados que creen en el trabajo y en lo que estamos haciendo”, expresó.
Ante la interrogante de si lo reconsideraría, añadió: “Estuve reconsiderando hacer una carta para presentarla el día lunes”, dijo y ante la pregunta de si el presidente le solicita que continúa, agregó: “Es decisión de él, pero yo en la situación en que estamos no creo. Me vinieron arrastrando paso a paso, me vinieron desesperando en muchas cosas, pero ya seguir hablando y lidiando sobre el mismo tema es desgastante”.
Según Alfaro, su renuncia sería definitiva: “Sí. Creo que lo más importante es que me cancelen el último centavo el día lunes, que me paguen. Los jugadores insisten y me piden, por ellos estoy acá, pero yo ya no puedo seguir poniendo plata para muchas cosas acá, yo no soy directivo, yo soy entrenador, a mí me ha tocado ser de todo, pero lo he hecho por mis jugadores”.
Misael también habló de la preocupación de que corre peligro e incluso soltó algunas lágrimas con la frase: “Créanme duele, duele hablarlo…”.
El técnico aclaró que junto a él también se iría su auxiliar Rafael Tobar, con quien haría llegar su carta de renuncia.
Sobre el equipo y el resultado del sábado, concretizó en que sabían que Tecla iba a ser un rival difícil, pero que el equipo entrenó aunque se manejó lo contrario y que el grupo lo huzo “a conciencia”.
“Se han hecho buenos partidos y se tiene una buena cantidad de puntos. ¿El ahogarnos pues por un resultado de estos?… Yo creo que no hay que magnificar las cosas, venimos de un problema bastante serio en la semana. Cuando terminamos la primera vuelta, nadie nos felicitó, nadie dio un peso, ni un dólar, ni un centavo de premio por estar en primer lugar e igual nos sentimos tranquilos porque nosotros arreglamos igual por un salario”.