Voy a plantear aquí una serie de interrogantes y temas que no me cuadran en cuanto al técnico de la Selecta, Ramón “Primitivo” Maradiaga. Todo desde el respeto, pero también desde la incredulidad de alguien que, quizá como usted, quedó estupefacto cuando leyó que el DT dijo que la Selección “va en ascenso”, después de perder 1-0 ante Panamá y Guatemala, y de apenas empatar (con un penalti) ante ¡Nicaragua!
No comprendo las cuentas de Maradiaga. Le dijo a los colegas de La Prensa Gráfica que sería “aceptable” salir con dos puntos de la serie con Honduras… ¿Acaso no es vital salir con al menos tres unidades, es decir, ganar en el Cuscatlán el 25 de marzo?
Tampoco entiendo por qué la base de la Selección la ha formado un FAS que marcha en la medianía abajo de la tabla, y en cambio acaba de convocar para hoy a tres elementos de un Juventud Independiente (el que administra Firpo) que ha venido siendo puntero, ya en la recta final de la preparación. Marvin Hernández Ramos, César Flores y Bryan Pérez. De Águila, que es el líder, solo hay 2: Henry Romero y Santos Ortiz.
Algo más: ya sé que fue un juego solidario y de carácter benéfico, pero ¿hace sentido que Maradiaga se vaya a Honduras para disputar un partido de exhibición con ex mundialistas de España 1982 del país catracho y salvadoreños? ¿No debería estar concentrado, qué sé yo, en el reto de la eliminatoria hacia Rusia 2018 que viene en 11 días?
Y termino: con el empate 1-1 ante Nicaragua todavía caliente, Maradiaga dijo que le gustaba la solidez y equilibrio de su grupo. Me perdí. No ha ganado en siete juegos… Ojalá, de corazón, “Primi” se salga con la suya, me cierre la boca y salga victorioso cuando sí importa, el 25 de marzo ante Honduras. Y que repita el 29 en San Pedro Sula. Ojalá.