Daniel Cornejo

¿Qué pasó con...? “El Sapo” Cornejo, un veloz delantero que militó en el Adler y que fue campeón del Norceca con la selección juvenil.

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Foto Por edhdep

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2016-03-13 8:43:00

Las fintas y desbordes veloces que lo caracterizaban los aprendió en la calle, ahí cerca del barrio La Esperanza, en una lomita pegada a un barranco, y las mejoró en el pasaje Buenos Aires, cuando la lomita desapareció por casas. 

Aunque jugó de todo un poco (baloncesto, atletismo, sóftbol, voleibol) llevaba en la sangre el fútbol. Su padre militó o en el Cuscatleco, o en el 33, históricos equipos ya extintos, pero Daniel Cornejo no está seguro  en cuál.

Más conocido como “el Sapo” en el mundo futbolístico de antaño, este veloz jugador era muy “vivo” para escurrirse entre los defensas.

Ya a los 7 años, reforzó a un equipo de San Vicente y metió el gol para hacer campeón al cuadro infantil. Pasó por el Pipiles juvenil B, y luego en el juvenil A, en donde fue campeón goleador en ambos casos, allá por 1951-52.

Comenzó a estudiar en el Instituto Nacional, y fue cuando, por aquellas cosas del destino, el subdirector lo marginó por su estatura, pero se le abrió otra puerta. Justo en esos días, firmó para el DAM, el Deportivo Atlético Marte, en Segunda división. Estuvo un año ahí y eso le sirvió para que lo llamaran del Adler, a donde comenzó ya de manera más formal su carrera como futbolista, en la Primera B (Segunda de entonces). “Jugamos un año y perdimos la oportunidad de subir a la Primera, pero en el año siguiente lo logramos, en 1954”. 

En el Adler estuvo cerca de diez años, el grueso de su carrera. Para entonces, Conrado Miranda ya se había fijado en él, y justo armó una Selección Juvenil, la de 1964, que se fue a participar en el Campeonato Norte, Centroamérica y Caribe (Norceca) a Guatemala. 

“Fue una bonita experiencia, ganamos en la final a Guatemala, que nos había vencido por 3-0 en la fase de grupos, con un gol del ‘Chino’ Ruiz,es el único título Norceca juvenil que tiene el país. Yo tenía 20 años”, recuerda Daniel.

Siguió jugando con Adler hasta que perdieron la categoría frente a los Gatos de Monterrey de Santa Ana. Estuvo un año en Segunda y, ante los problemas económicos del equipo,  se fue. Lo llegó a buscar “Maquinita Merlos” a su casa para llevárselo al Santiagueño, en Primera, a donde estaba dirigiendo el legendario Merlos, pero era de manera informal. “Me pagaban por juego que iba a hacer”. Al año, con problemas económicos el Santiagueño, se fue a su casa mejor, y lo llegó a traer “Chispo” Santana para llevárselo al Municipal Limeño, a donde estuvo un año, hasta que, con problemas de descenso y económicos, decidió retirarse muy joven, a los 25 abriles.

Estuvo como preseleccionado en aquel equipo que fue a jugar a San José contra el Saprissa. “Al bajarnos del avión acá fue que le dieron golpe de estado a don Gregorio (Bundio), quien tenía la Selección, y se la dieron a don Hernán Carrasco, y me quitó por mi estatura. Llamó a  Mauricio ‘Pipo’ Rodríguez, y esa fue la selección del 70 que fue a México”, cuenta. 

¿Qué hace?

Tras retirarse del fútbol profesional, estuvo jugando pero en su colonia, en equipos de barrio, en El Cafetalón, y hasta dirigió a un equipo femenino.

Paralelamente, siempre trabajó. Estuvo 14 años en Freund hasta que sacó su título de contador. Entonces se fue a Almacenes Europa por cuatro años, y luego estuvo en Plan de Padrinos Internacional, que se encarga de llevar ayuda a las comunidades, siempre como auxiliar contable. Pasaron cuatro años y un día un contador público, Armando Villalta, se lo llevó para trabajar por diez años con él, hasta que Villalta murió. Entonces, la empresa Liza habló con él para que le hiciera trámites legales en el gobierno, y desde entonces y hasta la fecha sigue trabajando con ellos. Asimismo, para esa época conoció a otro contador con el que ha seguido trabajando. 

Ya como futbolista retirado ganó torneos y fue campeón goleador de eventos amateur, y el equipo de su colonia, el Fortuna, pasó a llevar su nombre en su honor. Jugaba y dirigía al mismo tiempo. También dirigió en ligas juveniles a la Escuela San Alfonso, y entrenó al Mejicanos en la Liga B.