Pese a las últimas actuaciones de los amistosos, que dejaron más tela para la crítica que para el elogio. Pese a lo caro de los boletos, más del doble de lo que valdrán en Honduras cuatro días después. Pese a las declaraciones desafortunadas del entrenador Maradiaga sobre la afición y los puntos a sacar en la serie ante Honduras. Tanto en la religión como en el fútbol, la fe siempre está, aunque no haya argumentos racionales. Por eso, pese a todo, esta Semana Santa debe ser también la Semana Azul.
En la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, el pueblo futbolero vivirá soñando, admitiéndolo o en secreto, una esperada alegría relativa al partido del viernes, sin que haya demasiadas conclusiones para pensar en positivo en cuanto a la Selecta…
Porque el juego del equipo no ha funcionado y el salto de calidad que pueden dar los legionarios pasará a ser el arma decisiva para mostrar otra cara, tanto individual como colectiva. También porque en el Cuscatlán los precios van desde 10 dólares (20, 30, 40 y 60, el resto) mientras que para la “revancha” en Honduras van desde los 4.40 dólares (13, 20, 22 y 44, el resto). Los exorbitados valores se parecen, por ejemplo, a lo que cuesta ver en Argentina las eliminatorias con Messi, Kun y Pipita, entre otros (de 12 dólares a 50, la más cara).
Otro de los temas por tener en cuenta es el pobre inicio de la Azul en eliminatorias. Se escribió en su momento sobre la enorme oportunidad desaprovechada en el Cusca ante Canadá, puntos que se pueden lamentar mucho en la definición. Aquí la responsabilidad fue en gran parte de los dirigentes, que montaron un “circo” con sanciones y referencias a Interpol para investigar a los “huelguistas”. ¿Resultado? No jugaron los legionarios y quedaron en el camino dos puntos de oro.
Aunque los últimos amistosos estuvieron lejos de ilusionar y el rival que se viene es Honduras, también en horas bajas, pero con futbolistas de talla internacional como Andy Najar o Izaguirre, siempre hay un lugar para el optimismo. Uno se aferra a imaginar a jugadores como Darwin Cerén, Nelson Bonilla, Denis Pineda, poniendo la cara y el juego por la Azul. Una lástima la decisión de Arturo Álvarez, un jugador vital para este presente de la Selecta. También hay que decir que el cuerpo técnico mucho no hizo para revertir su decisión.
Se vienen horas de profunda reflexión. Y que en el fútbol la resurrección de la Azul se dé en el viernes santo.