Un paso atrás en la libertad de prensa. La dirigencia de Alianza montó una conferencia de prensa, donde todos los medios tenían acceso excepto uno, El Diario de Hoy.
El periodista Víctor Zelada Uceda, asignado a la cobertura del juego entre albos y tigrillos, no tuvo autorización para ingresar a la sala de prensa en el estadio Cuscatlán.
Carmen Vides, gerente de Mercadeo y Comunicaciones de Alianza, informó que tenía instrucciones del gerente deportivo Edwin Abarca para no permitirle a El Diario de Hoy cubrir las reacciones de los protagonistas.
Ante esa dificultad, se buscó la reacción del presidente Lisandro Pohl para que explicara el motivo pero se limitó a decir “no tengo que hablar con vos, adiós”, además de poner su mano sobre la grabadora en una clara falta de respeto.
Este impase afectó que incluso el resto de medios pudieran buscar declaraciones de jugadores y cuerpo técnico de Club Deportivo FAS porque el personal de seguridad de EDESSA recibió instrucciones de que ningún periodista ingresara al campo, cuando finalizara el partido.
Parecía positivo el hecho que, por mejorar la organización del espectáculo, un equipo como Alianza activara las ruedas de prensa, como ocurre en competiciones oficiales o en ligas con mayor desarrollo. Pero fue negativo, en todo aspecto, que a un medio se le impida realizar su trabajo porque los aficionados merecen información.
Dos días antes, un jugador de los albos, quien pidió reserva de su nombre, confió a este medio que tenían instrucciones para no dar declaraciones solo a El Diario de Hoy antes y después de los partidos y que si desobedecía esa orden podía acarrearle una sanción administrativa.
Todo este problema partió por una publicación que EDHdeportes hizo el pasado jueves 14 sobre la fuga de un futbolista y utilero del equipo que desertaron hace dos meses, cuando Alianza viajó a Dallas para disputar un juego internacional amistoso.
Ese jugador era José Miguel Blanco, de 20 años, y el utilero Edwin Gómez. Ambos se escaparon del hotel de concentración en la madrugada.
A la directiva de Alianza molestó esta nota, pese a que habían reportado el incidente a la Embajada de Estados Unidos en El Salvador; sin embargo su gerente Edwin Abarca lo confirmó a la redacción.
Alianza reportaba así su segundo caso porque en agosto de 2015 ocurrió un hecho similar con el futbolista Alberto Segovia, quien también viajó a una gira con el equipo a EE.UU. y se quedó en el país del norte.
Lo de Alianza es todo un capricho y una violación a la libertad de prensa. La censura es un mal precedente contra el gremio de informadores deportivos.?