La contraportada del diario español El País del jueves anterior cuenta la historia de un poeta salvadoreño que ha decidido salir de nuestro El Salvador, nuestro país, y vivir exiliado en España. Para Jorge Galán ha sido duro abandonar su tierra. Lo hace para protegerse, su obra más reciente lo pone en peligro.
Galán ha escrito una novela sobre el asesinato de los sacerdotes jesuitas en 1989. Exiliado por no querer que la construcción del mañana nacional sea sobre cimientos incompletos, sesgados, se fue por contar una parte de la historia de nuestro país.
Miguel Montes es otro caso de exilio. El Mudo se fue de El Salvador tras quedar señalado como uno de los principales gestores de la mayor vergüenza en la historia del deporte de El Salvador. Montes se fue por ser una gran mentira, alguien que no puede vivir rodeado de la su realidad. Recibió dinero para manipular el resultado de partidos de fútbol, al menos, de la selección nacional. Hay testimonios que insinúan de su participación en el arreglo de partidos con uno de los clubes en los que militó.
Montes se exilió para seguir con su mentira en otro lado. Se fue a los Estados Unidos, como muchos otros de sus camaradas amañadores. Estuvo en Los Ángeles, como lo confirmaban las fotografías que circularon en redes sociales. Esto se confirma a partir del anuncio del L.A. Laguna F.C. El equipo es parte de la Premier Development League, el cuarto escalafón del fútbol estadounidense. La liga es amateur y en ella juegan futbolistas que quieren mantener actividad cuando finaliza la temporada universitaria.
El Laguna F.C. ha nombrado a Montes como preparador de porteros. Montes aparece en un video publicado el viernes 15 de abril en la página de Facebook del equipo. Por su vínculo con los amaños, el ex arquero de la selección salvadoreña fue suspendido de por vida de ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol. El video muestra al “Mudo” pateando pelotas en corto a dos porteros.
El texto que acompaña al video dice: “Montes le dedica tiempo a sus muchachos”. Hace dos meses le dieron la bienvenida al equipo con un video recopilando algunas de sus atajadas con la selección. “Hoy celebramos al monumental Miguel Montes” dice el texto. Hablan de su legado y del orgullo que significa presentar a “un amigo, hermano, y leyenda”.
Alguien llama “leyenda” a una persona que lideró una red de manipulación de resultados de partidos a cambio de dinero. Vendió su profesión y por ello fue suspendido de por vida. Ahora el equipo se expone a una sanción que puede ser la expulsión de su competencia por contratar a un jugador suspendido del fútbol.
Dos exilios, uno por contar su verdad, el otro por ser una mentira. Pero es un el “monumental” y el “legendario”. Jorge Galán le dijo a El País: “no se puede construir un país sobre una injusticia. El resultado es el que se puede ver, un Estado en descomposición, una sociedad fallida”. Tiene razón, aunque quizás sea correcto decir que el Estado es el fallido y la sociedad la que se descompone.