La censura a EDHdeportes por parte de la directiva de Alianza es un inadmisible atropello a la libertad de expresión por la que tanto se luchó en este país en otros ámbitos que no tienen que ver con el deporte.
El domingo, en el estadio Cuscatlán, se le negó el ingreso a un periodista de este medio a la conferencia de prensa (de la que también participó FAS) y se les habría prohibido a los jugadores hablar con este medio. Mientras el presidente Pohl indicaba a la televisión que la idea de hablar en conferencia era para “profesionalizar” al equipo, al mismo tiempo se le negaba realizar su trabajo a un cronista para llevar la palabra de los jugadores a sus hinchas. Inexplicable.
No se dieron a conocer las razones del atropello; pero no es la primera vez que esta dirigencia del Alianza ejerce la censura contra los medios. Antes fue “Fanáticos +”, el programa del Canal 21 el que fue “vetado” por críticas y a los periodistas se les negó el ingreso al estadio allá por 2012 y su camarógrafo fue echado del recinto.
Los periodistas o los medios pueden caer bien o mal, pero nunca se les debe negar el ejercicio de su profesión. Es uno de los valores más preciados en una sociedad madura, justa y democrática. Caer en estas medidas es atacar la libertad de prensa. Y obstaculizar el vehículo para que los aficionados puedan conocer la palabra de sus jugadores es ir en contra de sus propios intereses.