SAN SALVADOR. El diputado por ARENA Bonner Jiménez presentó esta mañana una iniciativa de ley para crear un artículo que regule las actividades relativas a las drogas, con el fin de crear y penar el delito de dopaje deportivo.
Jiménez comentó que esto es un “complemento a la pieza que fue aprobada como fraude deportivo, comunmente llamado amaño”, y añadió que la idea es que los atletas que resulten positivos “que tengan una pena ya no solo administrativa sino privativa de libertad de uno a tres años, y, con un agravante para aquellas personas relacionadas al deporte o que tengan una relación laboral con los atletas, hasta una tercera parte del máximo, es decir aquellas personas que engañen u obliguen a un atleta a usar sustancias que modifiquen sus capacidades deportivas, o también que atentan contra su integridad física serán sancionados hasta con una tercera parte del máximo de dicha pena de uno a tres años”.
Vale aclarar que en casi ningún lugar del mundo se establecen penas de cárcel para los atletas. Lo que sí es más común es que hay penas administrativas o sanciones deportivas, además de devolución de premios tanto para las federaciones internacionales como para los países que han reconocido a los ganadores con metálico u otros regalos.
Esta ley sería similar a la de Alemania, donde sí existe un laboratorio y todo un aparataje deportivo complejo alrededor de la información sobre las sustancias prohibidas.
En El Salvador, por ahora, solamente está una iniciativa de la que no se conocen aún un montón de factores que la harían prácticamente inviable.
Por ejemplo, realizar pruebas antidopaje que lleven el aval internacional, y que, por tanto, sean válidas para una sanción de las federaciones internacionales correspondientes, requieren un proceso científico sumamente elaborado y que implica costos muy altos. Además, las pruebas deben ser enviadas a laboratorios científicos especializados. De este lado del continente solo existen en Brasil y en Estados Unidos, y el traslado de estas pruebas es también sumamente caro. Si de por sí el deporte está en crisis desde hace años y los presupuestos para el Instituto Nacional de los Deportes son limitados, de caminar esta ley habría que determinar también de dónde saldría el dinero. Los diputados deberán analizar si es prioritario que el dinero de los contribuyentes también sea encaminado a pagar estos procesos.
Las declaraciones del diputado Jiménez, además, son un poco confusas en la parte que afirma que las personas que estén relacionadas con los atletas tendrán un agravante, pero luego explica que sería la sanción solamente una tercera parte del máximo de dicha pena de uno a tres años. Es decir que, si un entrenador engaña a un atleta o no le cuenta que el suplemento que le está dando es ilegal y el atleta da positivo, este iría hasta un máximo de tres años a la cárcel, mientras que el entrenador iría uno.
Vale recordar que Kevin Santamaría fue sancionado administrativamente por un doping positivo en el Municipal de Guatemala, en un caso en el que varios de sus compañeros también dieron positivo ya que el cuerpo médico del equipo administrava las sustancias prohibidas. El volante, ex de la selección salvadoreña, sigue sin poder jugar tras recibir un castigo de dos años, mientras que el equipo no fue sancionado.
Eva María Dimas, gloria del levantamiento de pesas nacional, se retiró del deporte el 27 de agosto de 2009, después de dar positivo por doping en el campeonato panamericano realizado el 7 de junio de ese año en Chicago, Estados Unidos, y en el que se ubicó en el segundo lugar de la división de +75 kilogramos.
Esta ley también exigiría una amplia y fuerte educación y conocimiento sobre las sustancias prohibidas, tanto para los atletas nacionales, como para los entrenadores y federaciones locales. ¿Quién se encargaría de ese educación y de estar actualizado y capacitar a los encargados en las federaciones? sería otra posible arista a considerar por parte del Estado salvadoreño.
En el país no existe control de ningún tipo ni siquiera en el fútbol. Es más, en muchos eventos internacionales como Copa Oro, no se realizan. El reglamento de este torneo, que es en Estados Unidos, establece que se pueden realizar pruebas a los participantes, pero nunca se toman. En la eliminatoria de Concacaf para el Mundial, sí para el Mundial de fútbol de la FIFA, tampoco se toman muestras.
Eso no supone que los atletas nacionales no pasen por estos exámenes y que hay una total libertad para consumir sustancias prohibidas. En eventos como Juegos Panamericanos, hay sorteos y se realizan exámenes. En el Tour Norceca de voleibol de playa, a David “Pepe” Vargas le tocó dar la muestra de orina recientemente, algo frecuente en estos eventos internacionales.