El diccionario define así la esquizofrenia:“grupo de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad”. Concepto en mano, le queda el traje a este equipo. Su dirigencia compró la categoría de Juventud Independiente, y aunque la idea era ocupar la “personalidad” de Firpo, los papeles le obligan a no utilizar, al menos oficialmente, el nombre de aquel boxeador argentino.
De acuerdo, pero revisemos… ¿no es al menos “alucinante” que la Primera División aceptara la compra de esta categoría, en medio de un torneo Apertura y Clausura? ¿No es igualmente producto de algún hongo alucinógeno que la Fesfut no dijera ni pío?
El concepto habla también de “pérdida de contacto con la realidad”… ¿No se dan cuenta que, al ponerle trabas al tal nombre y a la identificación de su afición con el equipo, le están poniendo trabas también a que miles de seguidores pamperos llenen las gradas, esas gradas que tanto necesitan llenas, porque para eso aceptaron antes ampliar a 12 la Liga Mayor, para beneficiarse de los taquillones de Sonsonate y Chalate?
Al final, esta liga desquiciada, que tantos dolores de cabeza nos da, decidirá hoy, con o sin camisas de fuerza, qué hará con el toro esquizofrénico de Usulután. Ya cansa el chistecito de “¿y cómo se llamará? ¿Juventud Pampera? ¿Firpo Independiente?”. Señores:sean serios y pongan fin a esta locura. Con criterio.