Este domingo, en el cementerio Jardines del Recuerdo, familiares y amigos se dieron cita para sepultar los restos de José María Mandingo Rivas, exjugador y médico de la Selección, y quien partió a mejor vida la madrugada del sábado tras perder la batalla contra un cáncer terminal.
La pérdida del Mandingo pegó duro en los protagonistas del fútbol salvadoreño de antaño y actual. Este domingo, exjugadores como Salvador Mariona, Ricardo Guevara Mora, Mauricio Tuco Alfaro, Carlos Papo Castro Borja, Norberto Pájaro Huezo; y otros que están activos como José Ángel Puma Peña, Diego Coca y José Villavicencio, llegaron al lugar para despedir al Mandingo y al mismo tiempo hablar de las experiencias vividas con este personaje, a quien califican como una persona humilde y honesta ante todo.
Salvador Mariona fue de los primeros en hablar del macizo, y recordó que en su papel de asistente de la selección no dudó en convocarlo a principios de los 80, y lo mantuvo hasta que pasó a ser parte del combinado que fue al Mundial 82. “Siempre fue muy ordenado, nunca tuvimos un problema con él, fue correcto, no nos sacaba de quicio. Dentro de la cancha todos conocimos su historia, fue un verdadero jugadorazo… fue convocado a la selección nacional y jamás perdió el puesto porque se entregó con todo”, comentó.
Mariona agregó que “Mandingo, aparte de ser un buen profesional en el fútbol, también lo era fuera de la cancha. Se trató de un hombre disciplinado, ordenado en su vida, y eso le ayudó a proyectarse como médico, y lógicamente eso llena de mucho orgullo a su familia, a sus hijos, y también a sus compañeros porque le sirve de ejemplo a las nuevas generaciones que creen que el que juega se convierte en un vago”, dijo.
Por otra parte, Ricardo Guevara Mora, uno de los excompañeros de Selección de Rivas, habló del vacío que le deja la partida de uno de sus grandes amigos. “Se nos va un hermano, se nos va un amigo con el que compartíamos el día a día fuera de la profesión. Más allá de todo lo que la gente conoce, un gran ser humano, un tipo directo, pero sobre todo muy humilde, uno de aquellos que te da el ejemplo de afrontar los retos que la vida te presenta sin renegar”, comentó.
Mora, quien se desempeñó como guardameta, también destacó que Mandingo debe ser un ejemplo a seguir por el empeño que le puso a la vida. “Cuando lo conocimos era un joven con muchas desventajas en la vida, pero con la bendición que Dios le dio construyó una carrera, una familia y todo lo que se ve ahora, esta gente que le acompaña, todos lo sienten”, explicó.
Para el exportero es muy importante ahora transmitir la filosofía de su compañero. “Hay que darle gracias a Dios porque nos permitió tenerlo entre nosotros, compartir con él, pero nos queda la responsabilidad de transmitir su legado para que las nuevas generaciones vean la vida de diferente forma, así como lo hizo él, que la enfrentó a pesar de las desventajas”, agregó.
Por otra parte, el exmediocamista Norberto Pájaro Huezo destacó que, a pesar del dolor que le embarga saber que su amigo ya no está, lo importante es que ha dejado de sufrir por una enfermedad que lo aquejó durante el último lustro. “Fue una persona sincera, que decía las cosas de frente, muy profesional tanto en su carrera como médico y futbolista, tuvimos muchos momentos agradables, también sufrimos, pero fue parte importante de la clasificación al Mundial 82’, siempre fue un tipo derecho y deja un gran hueco entre nosotros. Lo apreciábamos mucho, lamentablemente se nos va, pero siempre va a estar en nuestra memoria”, agregó.
En cuanto a las nuevas generaciones, el atacante José Ángel Puma Peña, actual jugador de Isidro Metapán, se mostró agradecido por todo lo que le enseñó cuando trabajó con en los procesos de selección. “Lastimosamente se nos fue, pero quedan los recuerdos de lo que vivimos, como cuando fuimos al Mundial Turquía Sub 20. Siempre me daba consejos porque juego en la misma posición que él”, destacó el futbolista, quien valoró la disponibilidad del Mandingo para, a pesar de los problemas, hacer bien su trabajo y aconsejar a todos.
Además, Diego Coca también habló de las buenas experiencias que tuvo con el exmédico de la Selección. “Lamento su pérdida, pero sabemos que estuvo mucho tiempo peleando con una enfermedad, y ahora ya está descansando, y siempre van a quedar los buenos recuerdos de él. Era una persona atenta, que estaba pendiente y cuando nos tenía que regañar o corregir lo hacia, pero siempre estaba para aconsejarnos”, comentó el volante de Águila.
No fue menos el hijo del Mandingo, Jonathan, quien confesó sentirse triste en un inicio, pero al final logró abrigarse en el apoyo de todas las personas que se le acercaron para darle tanto él como su familia, palabras de aliento. “Los sentimientos, al principio, eran de tristeza, por el vacío que mi papá deja físicamente, pues era el encargado de la casa, de una familia grande, pero a la vez te da un sentimiento de alegría al ver a las personas que vinieron a apoyarnos, a darle ese último adiós” comentó, tras describir que su papá, además del respeto hacia los demás, en todo momento les predicó con el ejemplo.
Durante su trayectoria entre los años 70, 80 y 90, Rivas jugó para las filas de equipos cuscatlecos como Independiente, Atlético Marte, Huracán y Cojutepeque; aunque también tuvo su paso por el fútbol beliceño, pues fue para reforzar al San Pedro; y no hay que olvidar a la Selección, pues fue parte de ese selecto grupo que en 1982 viajó a España para disputar el Mundial de fútbol.