Viejos son los caminos

En los equipos de la primera división hay una tendencia cada vez mayor a utilizar veteranos que se resisten al retiro; lejos de colgar los botines siguen aptos para ser titulares

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Foto Por edhdep

Por Manuel Cañadas | Twitter: @Memecanadas

2016-01-12 8:00:00

Eran unos bichitos Brayan Landaverde y Moisés “Chocho” Mejía cuando Williams Reyes y Christian Álvarez ya jugaban en la Primera División. 20 años despues Brayan comparte vestuario en el Juventud Independiente con Reyes y el “Chocho” en el FAS con Álvarez. 

El hondureño nació un lejano 30 de octubre de 1976 y se inició en 1995 con el Deportes Savio de su natal La Ceiba, Honduras; luego fue traído al Dragón en donde inició una brillante carrera que incluyó equipos como el FAS, Metapán, Águila, la selección en su calidad de nacionalizado y, ahora ha recalado en el Luis Ángel Firpo. A estas alturas es el máximo goleador de todos los tiempos en el fútbol nacional con 274 goles y va a seguir batiendo a los arqueros rivales. Christian Álvarez surgió de las reservas del FAS, fue prestado al Dragón y tuvo un paso por el Sporting Club Espinho de Portugal, para luego volver al FAS en donde ha desarrollado su dilatada carrera, un icono tigrillo que sabe manejar el vestuario y que paralelamente se graduó de entrenador.

“Que a los 30 años, estás cerca del retiro es una realidad, pero se trata más de una cuestión mental, hay que cuidarse para rendir, tener una actitud profesional”, expresa Christian, quien el próximo 19 de abril llegará a sus 38 años y sigue en buen nivel con los tigrillos. En 2013 optó por el retiro pero el año pasado volvió: “quería dar paso a las nuevas generaciones. Era una idea que venía contemplando en los últimos años pero conversé con el entrenador “Chochera” Castillo y se dio la posibilidad de volver”, dijo.

Ambos veteranos son ejemplos a seguir pues muestran una actitud positiva hacia el trabajo. Es que cuando un futbolista pasa de las tres décadas se le dice veterano; viejo quisieran decir algunos, pero en el lenguaje periodístico ese termino es casi prohibido. Sucede que con el aparecimiento de jóvenes figuras, muchos son desplazados y muy pocos son los que siguen vigentes. “Uno debe saber en la etapa que está y pasando de ahí, de un momento a otro, puedes retirarte”, explicó otro gran veterano Ramiro Carballo que a 37 años se encuentra listo con la Juve, para seguir corriendo por las bandas, haciendo centros y tirando al arco con gran potencia. “Cuando uno comienza en esto tiene una gran capacidad física, poco a poco va madurando y aprendiendo a dosificarse”, reconoció Mauricio Arnoldo Quintanilla, quien debutó de 16 años con el ADET, ahora tiene 34 y sigue en buen nivel con el Sonsonate. “En los otros oficios humanos el ocaso llega con la vejez, pero el jugador de fúbol puede ser viejo a los 30. Los músculos se cansan temprano”, advirtió el uruguayo Eduardo Galeano en el libro El fútbol a Sol y Sombra.

“Lo más seguro”, agregó Ramiro Carballo, al resaltar el lado agradable de esta etapa, es que “son los últimos años y tratás de sacarle el mayor provecho, disfrutarlos más”. Otra situación son los puestos que se desempeñan y los arqueros pueden durar mucho más. Además, la educación física en todos los deportes ha mejorado, se ha instaurado la filosofía de tener un mejor físico, de estar más apto y ser más competitivo. También hay elementos ergogénicos, combinar un plan de entrenos con la nutrición, que ayudan a mejorar el rendimiento. Pero las claves para perdurar siguen siendo las mismas, por eso estos ejemplares veteranos son aguerridos militantes de los entrenos al cien por ciento y del cuido personal.Ellos se miden con compañeros muchos menores, pero en los exámenes médicos son los que tienen menos grasa, más músculo. No son los más rápidos, pero compiten con ellos. 

En la última final vimos como un héroe de mil batallas, Ramón Martínez de Paz fue el jugador más valioso y no fue casualidad, es fruto del esfuerzo, del entrenar a conciencia sabiendo que los jóvenes están al acecho para ganarle el puesto. “Entreno con responsabilidad, hay compañeros que a mi edad les cuesta jugar” expresó. “Cuando termina el partido o el entreno, los jóvenes te ven haciendo pesas u otros trabajos extra, y piensan que no los necesitan porque se sienten fuertes y creen que eso les va a durar. La velocidad disminuye, pero si se trabaja a conciencia perderás mucho menos, te mantendrás compitiendo sin desentonar con la gente joven. Se puede suplir la velocidad con experiencia, pero si conservas la rapidez, es mucho mejor”, explicó el capitán albo.