Ya viene el Clausura 2016, y nuestro fútbol vuelve a llenarse de jugadores de otros países para ocupar puestos clave. FAS ya trajo a dos argentinos, hay jugadores colombianos llegando casi a diario, etc. Pregunta: ¿Están funcionando los extranjeros? ¿Marcan diferencia, como para mandar a la banca a talentos nacionales?
Sirve revisar los números del último torneo, el Apertura 2015, para tener una referencia del aporte (mucho, poco, raquítico) que tuvieron los futbolistas extranjeros en nuestras liga, y poner un norte hacia lo que podemos esperar en el Clausura 2016.
Una cifra sirve como referencia: 990. Son los minutos que habría acumulado un futbolista si hubiera sido titular (y jugado todo el partido) al menos en 11 de las 22 fechas de la fase regular del torneo, que -recordemos- ahora es de 12 equipos en Liga Mayor.
Del universo de 34 extranjeros, 11 no llegaron, siquiera, a esa cantidad de minutos.
Por el otro lado, están los “inamovibles” en sus equipos: Iván Garrido (Alianza, 2250 minutos); Jimmy Valoyres (Águila, 2160 minutos) y Miguel Solís (Chalatenango, 2149 minutos).
En total, en el Apertura 2015 hubo cinco defensas extranjeros, 10 volantes y 19 delanteros, un dato que remarca, grita y subraya que los equipos nacionales no están apostando por los delanteros “made in El Salvador” para buscar los goles, sino que prefieren pescar en otros países. Y, aun así, en el apartado goleador destacaron dos salvadoreños: Fito Zelaya (Alianza) y Tony Rugamas (Metapán).
Colombia manda en las nacionalidades, pues hubo 18 cafeteros en el torneo de los 34 en el Apertura 2015.
Si hablamos del extranjero más “completo”, destacaron Bladimir Díaz, Nico Muñoz, Romeo Parkes, Ricardo Ferreira y Luis Hinestroza, que aportaron muchos goles y asistencias. ¿Qué pasará en el Clausura 2016? Los números darán sentencia.