Rubén Alonso: ???Me vi con la copa y festejando en un sueño???

Entrevista - Con 30 años en El Salvador, ha hecho historia en el equipo de sus amores, Alianza, con quien fue campeón como jugador y dos veces como entrenador

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Rubén Alonso está contento porque jugará la final contra FAS, la que él quería. Foto EDH

Por Víctor Zelada Uceda | Twitter: @zeladauceda

2016-01-13 9:27:00

Es uruguayo de nacimiento pero salvadoreño de corazón. Hace 30 años llegó al país y echó raíces como jugador y técnico. Si una característica tiene Rubén Alonso es de ser un hombre trabajador que se proyecta metas. Cuando en abril de 2015 aceptó dirigir a un Alianza que no era campeón desde 2011 y que en los últimos tres años había sido un equipo irregular, inyectó en el equipo, uno de los que tienen más afición en el país, “la mística” para volver a acariciar una copa, la 11.

Contó a EDH que, antes de llegar al equipo albo, muchos lo querían en Alianza porque tuvo un paso exitoso como jugador y entrenador y, aunque estuvo al margen de dirigir equipos en Primera por cinco años, tenía la creencia de que solo él podía ser campeón con Alianza. Lo cumplió.

Antes de tomar al equipo, a mediados del Clausura 2015, ¿dijo a sus amigos que con usted podía volver a ser campeón Alianza? ¿Sabía que lo lograría tan pronto?

Decirlo después de campeón puede sonar fácil, pero yo un montón de veces, y estoy hablando desde la sequía de Alianza… y será por mi manera de ser o porque le aporté a Alianza, por el título que conseguí de jugador después de 20 años de que no lo obtenía esa institución y por el cariño que la afición tiene conmigo, siempre me pedían y preguntaban por qué no llegaba al Alianza. Si me preguntas, siempre tuve a mis equipos en los primeros lugares, llegué a Águila y dirigí 12 o 13 partidos y llegué a la final, con San Salvador lo armé y llegué a dos finales, a Metapán lo formé en 2005 y también alcanzó la final contra Vista Hermosa y aunque la perdí, después ese equipo lo ganó todo en la última década y no solo me pasa en la Primera, sino también en Segunda o Tercera, que armando mi equipo yo tengo una confianza tremenda en saber armar un grupo y eso me dio la pauta que si llegaba acá, podíamos lograr el título con Alianza.

¿Nunca tuvo dudas de que ese título llegaría para este Apertura 2015?

No, nunca. Me salía desde adentro que yo podía ser el único de lograr sacar campeón al Alianza, se lo dije al presidente Lisandro Pohl después del campeonato. Pero si le preguntas a al grupo, la noche después de eliminar al Águila en semifinales, yo vi el trofeo de campeón y se los dije a los jugadores, que el campeonato ya lo tenía, y que debía decírselo a ellos antes porque después es fácil decirlo y de repente Dios me hacía sentir que lo expresara. Vi la Copa y que estaba festejando en el sueño y eso es una honra para Dios porque yo trabajo de la mano de Él y tengo una fe tremenda. Es una satisfacción grande, porque lo soñaba estando despierto y le regalé eso a la afición; pero lo mío es un aporte pequeño, los artistas son los jugadores. Ellos hacen que mi nombre suene en todas partes. No sería campeón sin ellos.

¿Qué tanta presión se tiene en un equipo considerado grande como Alianza?

Es mucha la presión, pero también yo tengo una tranquilidad tremenda, porque el técnico más grande que tengo es Dios y todo lo pongo en sus manos. Yo vengo de luchar, nadie me ha regalado nada, estuve cinco años fuera de la Liga Mayor, sabiendo que yo podía estar adentro. Siempre está esa contra de quienes no creen en los técnicos que tienen muchos años, pero acá no hay desfase de nadie y hay todo para ver y nadie me puede quitar que tengo 6 finales en Primera, dos en Segunda y dos en Tercera, campeonatos como jugador y entrenador. Soy un hombre bendecido por Dios porque en 1998 recibí un campeonato con Alianza (el primer torneo corto) y en el 2015 otro más, ¿qué más le puedo pedir a Dios?

¿En algún momento ha pensado dar un paso al costado?

Sí, aunque en Alianza me han tratado excelentemente pero hay cositas que no me gustan y quiero solucionar para estar tranquilo. Cuando no estoy tranquilo, lo expreso.

En la final de diciembre ante FAS, ¿pensó que si no la ganaba estaba fuera del equipo?

Sí, estoy en el río este, tengo 30 años en el país y siento que si esa final no la ganaba no estaría más en Alianza. El torneo dio la pauta y no es que yo tenga problemas con el presidente Lisandro Pohl, pero creo que no soy el técnico que sea de su agrado; pero tengo mi estilo de trabajo y me lo he ganado. Además sabía que había un montón (de técnicos) que se estaban ofreciendo.

¿Querían serrucharle el piso?

Eso pasa en este medio y de repente podía influir si en la dirigencia no estaban a gusto conmigo, pero Dios me dio este torneo y nadie me lo va a quitar.

En la final se repite una imagen en usted. Como jugador se trepó de la malla ciclón para celebrar el título con los aficionados, esta vez como DT lo repite pero casi se cae…

Me salió espontáneo, tal vez en aquella foto de 1987 era diferente porque era en mi plena juventud, con fuerza y sabía que no había problema en treparme; pero esta vez me costó un poquito y mis familiares se reían conmigo, pero fue una de las alegrías más grandes. Lo disfruto y se lo agradezco a Dios y al grupo de jugadores, ellos hicieron que el nombre de Alonso sonara.

¿A quiénes dedicó este logro de salir campeón?

A varias personas, entre ellas tengo dos muy especiales que estuvieron a muerte conmigo años atrás, como el caso de Carlitos Reyes (exjugador y técnico uruguayo) y Jorge Rivaga, que son los que se quedaron en el país a vivir, vinieron de Uruguay y murieron en este país, en esos momentos no me olvido de nadie, ni de la familia que es la que sufre, mis hijos, mis nietos que gozan cuando gano. Este fue uno de los títulos más lindos que he logrado, fue ganarlo a pulso y hubo gente que no creyó que lo lograríamos.

Del título con Alianza de 1998 a este de 2015, ¿cuál disfrutó más?

Este, porque a veces no creyeron en mí, que con jóvenes y con jugadores importantes en el equipo como Hérbert Sosa, Rodrigo Rivera, Fito Zelaya y con los extranjeros, que no estuvieron en todos los partidos y donde el colombiano Iván Garrido fue el más constante de todos… yo resumo que este equipo no fue de individualidades, sino un trabajo adentro de la cancha.

Cuando tomó al equipo en abril de 2015, ¿lo encontró mal anímicamente?

Lo que pasaba con el entrenador anterior (Ramiro Cepeda) no me interesaba, a este equipo traté de unirlo, meterle la idea de que supiera dónde está. En Alianza no es problema si el presidente paga, les cumple cuando el que tiene que poner su parte en la cancha es el jugador. Yo vengo de trabajar duro, en un momento vendiendo jugos y en la actualidad tengo mi negocio del asado y me quemo a veces y cuesta ganarse eso, sabiendo que los jugadores de Alianza tienen a la afición más linda del país y les comento que ni los que jugamos sentimos la piel de gallina cuando esa afición alienta en la grada. Les preguntaba si ellos no sentían esos nervios.

Un nuevo reto a mediano plazo es participar en una Liga de Campeones de Concacaf. En 2012 Alianza estuvo pero solo jugó dos partidos. ¿Lo ve competitivo?

El nivel de nuestro fútbol no te dice que le pasarás por encima a otros clubes o competirás de igual a igual, si no que hay que tratar que el jugador de Alianza sepa que cuando compita debe jugar buen fútbol, apretando los dientes para no pasar vergüenza, pero duro proque varios equipos de afuera nos llevan varios escalones de diferencia y veamos el reflejo que tenemos de selección, ese es el reflejo del fútbol salvadoreño. Yo creo que en un tiempo no muy lejano esto se pueda nivelar.

Con Alianza no ha hecho muchas variantes. Suman al triniteño Willis Plaza. ¿Por qué ese jugador?

Vimos vídeos de él con el presidente y el director deportivo, “Tigana” Meléndez y se le vieron cosas importantísimas como cuando vimos a Óscar Guerrero y a Iván Garrido. Espero se adapte al grupo porque después no es que un jugador sea malo, sino que no se adaptó al grupo y al medio. Espero que aporte como lo hizo Jonathan Philippe, quien ayudó pero lo perdimos.

Antes que terminara el torneo se habló que había interés por Fito Zelaya en equipos ticos y antes se probó con FC Dallas y Union de MLS. ¿Qué pasa si se va de Alianza?

Estoy consicente que un jugador de la categoría de Fito en cualquier momento puede emigar fuera del país, es un jugador importante. Estoy contento con él pero tampoco las oportunidades hay que dejarlas ir. Fue goleador del torneo pero todavía tiene mucho para dar y si le cae una oportunidad espero que lo aproveche, porque cada vez le quedarán menos años en el fútbol.

¿Le sorprende que Fito haya sido goleador y aún así esté marginado de Selección?

Sí me sorprende porque aquí no tenemos mucho para equivocarnos para Selección y los que tienen mejor momento tienen que estar allí. Me llama la atención el caso de Juan Carlos Portillo, que viene haciendo méritos para ser visto en Selección y no está, pero el técnico (“Primi” Maradiaga) sabe mejor sus necesidades, aunque el jugador está pidiendo a gritos una oportunidad. Ojalá siga demostrándolo porque lo conozco desde que era un juvenil.