Tanto para Dragón, como para Santa Tecla era un duelo con el que intentarían reivindicarse, después de la derrota y el empate que sacaron, respectivamente, en la primera jornada. Sin embargo, la complicidad comenzó con las ausencias que ambos equipos tuvieron que resentir por jugadores que tenían que pagar sanción, recuperarse de alguna lesión o, como en el caso de los refuerzos extranjeros, esperar la llegada de la transferencia internacional. Al final, el empate sin goles es solo una parte de todo, en un partido que vino de menos a más.
El clima, para los orientales bastante fresco, para los visitantes, un poco alto pero soportable, no como el de otras ocasiones. El panorama fue desolador en las gradas, pero el ambiente lo puso la barra tecleña quienes con sus bombos pusieron el ambiente.
Sin embargo, a pesar de los cánticos, el poco público permitió que se escucharan las pláticas dentro de la cancha, los cuales fueron constantes en los primeros momentos del partido, el cual fue bastante desordenado. Los dos equipos tomaron más precauciones que riesgo.
Aunque, Tecla fue quien tomó la iniciativa al generar las primeras ocasiones de peligro, con un Irvin Herrera bastante activo, partiendo un poco más atrasado, para soltarse de la marca, recuperar balones y perfilarse con más idea hacia la portería rival.
Herrera fue el primero en probar a portería, minuto 10, con un disparo desde fuera del área, que exigió al portero Manuel González, quien después pidió ser más precisos sobre la marca del rival, que continuó llegando por las bandas.
Santa Tecla abonó en su peligrosidad con un centro cerrado de Bryan Tamacas (26’) y un tiro libre de Herrera (30’), que pegó en el larguero, tras la falta que sufrió el colombiano Hinestroza y que provocó la expulsión de Edwin Hernández, en los migueleños.
Los locales no tenían conjunción, había poca idea y control de pelota, a lo que se le sumó el estar jugando con un hombre menos y que hizo que modificaran el esquema para el cierre del primer tiempo para el olvido, sin ningún disparo, aunque fuera desviado, sobre la meta de juan José Trinidad, quien participó como un espectador más.
Mientras Tecla sumó otra ocasión, con un cabezazo de Iván Mancía que se cruzó toda la línea de gol, hasta perderse por un costado de la portería (45’), con el que también finalizó la primera parte, de la que los jugadores del Dragón no pudieron ocultar la frustración, con una pequeña discusión entre “Meme” González y Herbert Ulloa, a la que los compañeros tuvieron que intervenir para que la situación no pasara a más.
Sin gol
Larga fue la plática en Dragón, al ser los últimos en salir para la reanudación. El equipo aparentaba que se enfocaría en el orden táctico, para no seguir pasando más problemas defensivos. Sin embargo, el peor momento fue cuando Jefferson Polío cometió falta a Ricardo Ferreira, quien llegó para esta parte, dentro del área.
Por suerte para los mitológicos, el meta González tapó el disparo de los doce pasos (51’) a Juan Barahona, que lo tiró raso a la izquierda del Guardameta.
Una acción que revitalizó a los mitológicos, devolviéndole la actitud al equipo local, que después de esto pasó a arriesgar adelante y a buscar con más idea la portería rival, donde en un contragolpe obligó al tecleño Roberto Domínguez a ganarse la segunda amarilla, por una falta sobre Wilman Torres, quien se iba en solitario (54’); dejando al partido en igualdad de condición.
El cierre del encuentro fue de ida y vuelta, con los dos equipos proponiendo, arriesgando todo en ataque, pero con poca claridad a gol, que solo despertaron algunas sensaciones de emoción.