En las canchas de Ahuachapán se empezaron a escribir las primeras líneas de la historia de Armando Chacón (hijo) en el libro del fútbol salvadoreño. De su padre Armando, un eximio jugador que hizo historia en el país (ver nota aparte), heredó el talento que se empezó a destacar desde muy pequeño “Del colegio Josefino íbamos a jugar con los compañeros. De allí Julio Olivares, que jugaba en el Once, conformó una selección juvenil y ahí fui yo”, cuenta el protagonista.
JAD (Juventud Ahuachapaneca Deportiva) era el nombre de aquella selección que participaba en los torneos del pueblo. Ahí ya empezó a jugar de diez. A los 15 años había definido su puesto en el campo.
Dos años después lo llevaron al Once Municipal, que estaba en Primera División. Debutó contra Leones de Sonsonate, casi inmediatamente después de llegar. “Fue un debut por casualidad. Mi papá era el entrenador y consideraba que era muy joven para jugar, pero castigaron a un jugador 6 partidos y me tocó entrar a mí”, recuerda Chacón. “Jugando los otros partidos me sentía como en el aire, sin aquella seguridad a la hora de jugar el balón”. Sin embargo, no perdió la titularidad.
A pesar de sus progresos en el fútbol, el estudio era su prioridad. “Fui a Santa Ana a seguir estudiando el bachillerato. Me entrené en FAS e iba a jugar. Pero intervino mi papá, que dijo que me pagaban muy poco y entonces fui a jugar al ascenso, al equipo Renacimiento de Santa Ana.
Allí pagaban más que en el FAS”. Sacó su bachillerato y partió rumbo a San Salvador, a la Universidad Nacional. Allí empezó a estudiar economía y jugó en el Marte, donde estuvo dos años.
Compartió un equipo inolvidable en los marcianos. “En el primer año llegaron varios novatos, Pachín González, el Negro Castro, Pineda, Chapupo Rodríguez. En la primera vuelta hicimos un punto pero el equipo se miraba bien. En la siguiente ya mejoramos resultados y nos salvamos del descenso. Se había retirado el apoyo de los militares y se había venido abajo. Y se formó algo nuevo, un bonito equipo”.
Ya en su segundo año en Marte, el equipo se reforzó con todo. Corría 1963 y llegaron la ‘Araña’ Magaña, los Cabrera, Alcides y Reinaldo. “Ahí ya era un equipo fuerte, tanto que que se iba a realizar el primer Norceca de Selecciones y de ese equipo sacaron 6 jugadores para la Selección, yo entre ellos”, cuenta Chacón.
En la Selección debutó a los 22 años. “Quedamos subcampeones del Norceca al perder la final contra Costa Rica. En todo el campeonato, solo un gol le metieron a los ticos y se lo hice yo de tiro libre. Los costarricenses me autografiaron la pelota y me la regalaron”. Antes El Salvador le había ganado a Nicaragua 7-1, y había empatado con Panamá 1-1 y Guatemala 1-1.
Después del campeonato tenía todo arreglado para ir al Águila. Pero el mismo explica lo que pasó: “Quedé un poco informal, en FAS estaban Pipo Rodríguez, Mario Monge, Velasco, y me dijeron ‘venite con nosotros’. Y allá fui”. En FAS jugó un año (64) y fue parte del equipo que empató 1-1 con Saprissa en Costa Rica por el torneo de campeones de Centroamérica. En Santa Ana cayeron 0-2.
El destino lo llevó al Alianza, su próximo equipo, donde fue compañero, entre otros, de Salvador Mariona, en 1965. En la Selección también participó de su segundo Norceca, que se jugó en Guatemala. Había llegado a dirigir a esa Selecta un tal Hernán Carrasco… “Fue su primera selección salvadoreña -rememora Chacón-. Quedamos terceros, había llegado México con un gran equipo, que luego fue mundialista. Y le ganamos a Costa Rica después de 20 años.
Al volver de Guatemala tomó una decisión extraña: retirarse del fútbol a los 24 años. El lo explica: “Al haber sido capitán de la Selección, se me había cumplido un deseo. Y me iba a casar. Pero los días domingo tenía que jugar y concentrábamos desde los viernes. Yo disfrutaba jugando, pero y ¿mi señora y mis hijos? La otra razón fue que del fútbol no se vive en El Salvador. Si no me pagaban, yo no jugaba. Y ya había tenido problemas en los equipos”.
Sin embargo tuvo un fugaz retorno. “A los dos años, fui a entrenar con Alianza y me dijeron que volviera a jugar”. Aunque admite que “ya no tenía la misma dedicación”. Fue apenas un año y medio. “Me desanimó la informalidad de los directivos, que continúa hasta hoy”.
¿Qué hace?
Siguiendo los pasos de su padre (Alfonso Salaverría de Once Municipal le había regalado un bus), cuando jugaba en Marte decidió comprar un bus “Cuando yo jugaba, se acostumbraba a pedir ficha por firmar. Como a Marte lo manejaban los militares, yo le pedí que me consiguiera un permiso para un bus, en vez de dinero. Eso iba a representar mi futuro y ellos no desembolsaban dinero, por eso no había problema”, explica Chacón.
Hoy maneja una empresa de buses y ya no sigue ligado al fútbol. Solo lo veo por tele y los diarios. Aquí ha fallado la Federación, por los técnicos. Debería contratar dos o tres técnicos reconocidos y que ellos hagan técnicos en El Salvador”.
Su padre, el pionero de los legionarios
Armando Chacón (h) cuenta la historia de su papá, el primer jugador salvadoreño, junto al Americano Cruz, en jugar en el exterior: la Universidad Católica de Chile.
“Mi padre empezó en un equipo llamado Cuscatlán ,que era de la fábrica de sacos. En 1935 jugó con la Selección los CA y del Caribe en El Salvador y tras ese campeonato, la policía nacional hizo un equipo que le pusieron “33”, porque en la primera convocatoria que se hizo para formar el equipo llegaron 33 personas. Fue un equipo famoso que ganó muchos campeonatos”.
“Vino a El Salvador el entrenador húngaro Máximo Garay y cuando se fue a dirigir a la Universidad Católica de Chile, él se llevó a mi papá y a Miguel “Americano” Cruz a ese equipo de Chile. Fueron los primeros jugadores salvadoreños de la historia en jugar en el extranjero.
Estuvo cinco años jugó en la Primera División de Chile, de 1941 al 46. Jugó con grandes como Sergio “el Sapo” Livingstone y Fernando Riera”
“Mi papá me contaba que querían que se quedara allá, pero el no quiso estar solo y se volvió. El se había ido en un mes de marzo y yo nací en mayo, por eso recién lo conocí cuando tenía 5 años. Esa fue otra de las razones para volver”.
“En Chile recibió cursos de educación física y cuando regresó ya no lo dejaron jugar en El Salvador porque era profesional. Entonces se dedicó a enseñar educación física en las escuelas y lo mandaron a Santa Ana. Allí se convirtió en el primer entrenador del FAS. En Santa Ana había varios equipos y mucha rivalidad y el les propuso: “Hagamos una selección, formemos un solo equipo y juguemos la liga mayor” Ese fue el inicio del FAS. Luego fue a entrenar al Once Municipal, con el que fue campeón nacional”.
FICHA PERSONAL
Nombre: Armando Chacón Salazar
Fecha nac: 9 de mayo de 1941, San Salvador
Edad: 74
Estado civil: Casado con Maria Eugenia Giammattei.
Hijos Carlos Armando (48), Maria Eugenia (46), Eduardo Enrique (42), Federico José (27)
Deporte Fútbol:
Puesto Volante
Trayectoria: Once Municipal, Renacimiento, Marte, FAS, Alianza. Selección: Norceca 63 y 65 (capitán)