Karina Arrué: “La preparación debe ser integral”

NOTA Y FOTOGALER??A - En PRIMERA PERSONA, conoce un poco más del testimonio de Karina Arrué, una tremenda y entusiasta montañista salvadoreña

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2016-02-04 2:45:00

ESTA fue mi segunda vez en México, la iniciativa fue propuesta el año pasado. Siempre me gustó el deporte extremo, lo practico desde 2013. Los colegas sumergidos en el deporte me motivaron. Ya sé lo que significa baja, media y alta montaña. Uno recibe mucho apoyo moral.

POR mis medios contacté a los guías para poder ascender junto a una expedición con un grupo de guatemaltecos para subir el Nevado de Toluca como entrada para ir al Iztaccihuatl.

UNO debe prepararse mucho, para la alta montaña, uno solo recibe el 60% del oxígeno para el cuerpo. La preparación debe ser física y psicológica, hay quienes trabajan mucho la física, pero cuando se enfrentan al rigor de los elementos, ven que tener buena condición no era lo suficiente para subir montañas.

HAY que estar preparado para cualquier imprevisto cuando haces montañismo. Hay que desconfiar un poco de los pronósticos del clima. Muchas veces a uno le juegan en contra, y hay que parar y moverse en el momento correcto. Tormentas, en su gran mayoría son el principal obstáculo para cualquier aventura de este tipo.

ES BUENO ver los reportes del tiempo, la velocidad del tiempo, las precipitaciones, todo eso es fundamental irlo chequeando para evitar problemas. Cuando fui al Iztaccihuatl estuvimos atrapados por el tiempo que era muy malo. En el descenso, tuvimos problemas y la temperatura, la sensación térmica era como de -20 celsius. Teníamos el agua congelada y debíamos calentarla para tomar.

CREO que los salvadoreños ante tanta adversidad estamos preparados para cualquier adversidad en el mundo. Pero hay cosas que no pueden salir bien por más que uno las planifique. Por ejemplo llevamos todos ropa para cambiarnos, poca, para no tener mucha carga, pero cuando subimos al Iztaccihuatl por la tormenta toda nuestra ropa se mojó y luego se congeló, por eso es bueno fortalecer el espíritu para no achicopalarse en momentos así.

SUBIR y bajar la mayor elevación de México nos tomó más de nueve horas en total. Puedo concluir que fue una gran experiencia, apenas fue mi segunda, pero espero seguir subiendo en un futuro cualquier montaña, porque es una experiencia que pese a ser costosa económicamente, la satisfacción de resistir a la naturaleza es algo que nada puede igualar, una cosa única.