En las olas no solo encontramos velocidad, adrenalina, libertad, respeto y paz. Yo encuentro algo más profundo que esto y no es únicamente un sentimiento. Las olas llegan hasta el fondo del ser humano, porque transforman la vida en metas personales, retos, objetivos, valores. Están llenas de magnanimidad que te impulsa y te mueve a luchar más y más en tu vida.
Cada ola es un reto convertido en una oportunidad que todo surfista desea agarrar. Hay de todo estilo y forma, y cada uno evalúa cuál conviene surfear. A las olas hay que dominarlas, a la vez que muestras respeto por ella. Asimismo, te das cuenta de que la vida está llena de oportunidades y que a cada uno le corresponde elegir la mejor. De esta manera, podemos decir: la mejor ola, la mejor oportunidad.
Te aseguro que mientras esperas la ola te llenas de paciencia, aprendes a visualizar el mar, las mareas, el “perfect timing” para poder entrar en el momento perfecto y escoger la mejor. ¡La vida es igual! Estudias, visualizas, analizas, te llenas de paciencia y luego eliges la mejor oportunidad, esa oportunidad que podrá cambiar tu vida y que está hecha especialmente para ti.
Nadie surfea una ola sin un entrenamiento, sin un conocimiento del mar, sin una lección previa, al igual que en la vida nadie logra el éxito sin formación. A veces en la vida pretendemos alcanzar el éxito sin haber estudiado, sin haberse capacitado antes, sin haber hecho un esfuerzo por mejorar tus conocimientos profesionales o en lo que consideras que son tus habilidades y destrezas.
Todo deportista -todo surfista- debe buscar ser mejor, superarse a sí mismo. Y no basta la simple práctica. También cuenta tener una actitud de aprendizaje. Así sucede en el mundo profesional: una persona que busque superarse y alcanzar el éxito sin haber obtenido estudios básicos y universitarios no puede aspirar a más. Hay que tener la garra, el esfuerzo y el impulso por alcanzarlo, aunque tengas obstáculos o no cuentes con los medios económicos o apoyo familiar. Estas no son limitantes para alcanzar tus sueños. Todos debemos vencer esas “olas” de la vida. No digo que es condición obligatoria tener un título profesional para ser un buen atleta, pero sí es un aspecto que facilita lograr mayores metas y planes en la vida.
¿A quién no le han dolido la piernas, las rodilla, el abdomen y algunos músculos del cuerpo cuando practica un deporte? En el sup surf también sucede que al remar y remar lo das todo y tu cuerpo lo siente. Pero cuando levantas la cabeza y ves cuánto te falta para llegar al outside o inside, lo único que piensas es cómo lograr llegar hasta la mejor posición en el mar, aunque te duelan los músculos. En esos momentos el impulso es más grande que el dolor y decides seguir con más entrega… y ese dolor desaparece.
Sí, así es la vida. poco a poco nos encontramos etapas difíciles a lo largo del camino. Hay momentos más duros que otros, pero decidimos seguir, perseverar hasta llegar a esa meta que tenemos, hasta lograr alcanzar esos sueños que te has propuesto. Así somos los surfistas. Si vemos una ola grande, un obstáculo grande, remamos con mayor fuerza y empuje y a pesar de la corriente, del cansancio, de la lucha, no hay nada mejor que alcanzar ese punto perfecto, posicionarse y alcanzar esa ola, y el alivio de pensar que la ola más grande del set te pudo haber derribado.
¡Persevera antes las dificultades que vivas, ante las dificultades que atraviesa el país, tu familia, tu ciudad!
¿Te das cuenta todo lo bueno y positivo que es el surf? ¿Sabes qué? Te propongo convertirte
en el mejor surfista de tu vida. Para esto debes buscar el control de tu vida así como buscarías el control de tu tabla.
Finalizo este artículo animándote con una pregunta: ¿tú cómo te la juegas en la vida?
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