Entreno, sobre esfuerzos y lesiones, son tres palabras que en el mundo del deporte van interrelacionadas una con otra.
El entreno es una continua práctica de gestos deportivos desarrollado en el transcurso de todo un año y sucesivamente, para que una persona pueda llegar a cumplir sus objetivos y deseos de triunfar. Para lograrlo, se debe seguir un sistema general de preparación física y un entreno específico de una especialidad, según un método completo que desarrolle todas las aptitudes atléticas de una persona.
El sobre entreno es posiblemente la causa del fracaso. Un ejemplo es que no nos funcionen los tiempos que hemos establecido para alcanzar una meta. Dos corredores no son iguales en nada, por lo tanto, puede que un plan de entreno al que un atleta responde, al otro no le sirva. Le corresponde al entrenador determinar el programa de entrenamiento exacto para cada niño, joven o adulto.
Las variaciones de entreno reducen el riesgo de lesiones. Si corres al mismo paso, en las mismas rutas, repitiendo el mismo esfuerzo todos los días, tus extremidades recibirán demasiado estrés. Lo mejor es cambiar. No hay atleta que pueda entrenar duro toda la semana, por eso toma tu descanso. Puedes descansar trotando o bajando el tiempo.
Una lesión deportiva es una inflamación generalmente acompañada de dolor. La inflamación inicia la curación, por eso no siempre hay que tomar analgésicos. El médico es quien mejor puede indicarte qué pasos debes seguir. Una extrema inflamación que cause daño necesita un tratamiento médico.
Debes tener en cuenta que terminar una carrera corta para un novato, o una maratón para un experimentado corredor, provoca inflamación. Lo importante es beber muchos líquidos, no tomar antiinflamatorios ni esteroideos -tenoxicam, naproxeno, meloxicam, dexametasona, prednisona, betametasona, etc-. Cuida tu riñón, tu hígado, tu médula ósea y tu piel de reacciones cutáneas. Cualquier analgésico puede alterar la flora intestinal. Consume frutas, vegetales, yogurt, pasas, fresas, entre otros.
Una inflamación puede ocurrir por excesivo roce en la zona de tendones, lo cual puede originar bursitis que limita los movimientos. La bursa se encuentra entre los tendones y la piel o los huesos. Es una bolsa llena de líquidos que ayudan al movimiento y disminuyen la fricción. El sobrepeso, la artritis, la mala técnica al correr, demasiados giros, falta de flexibilidad, etc., hacen que la bursa deje de producir lubricantes.
Es importante llevar un plan de entreno con cargas graduales en sus ciclos semanales, con metas de alcanzar una distancia o lograr un mejor tiempo. Entre más joven eres, selecciona distancias más cortas y córrelas a mayor velocidad. Quédate en estos eventos el mayor tiempo posible, disfruta al máximo estas competencias y sube al cabo de años la distancia inmediata superior. Familiarízate con estas nuevas competencias y adquiere experiencias que te servirán para el futuro cuando asciendas a una media maratón y finalmente a la maratón. Así podrás completar tu ciclo de atleta de la manera más sana y con escasas lesiones.
Es lamentable ver atletas jóvenes tempranamente operados de las rodillas, que ya no pueden correr por grandes errores en su formación inicial, debido a que no conocen las leyes de adaptación, así como los principios de entrenamiento.
¡Se ha encontrado sobre esfuerzos en niños de 8 años de edad! ¿Qué está pasando y qué estamos pensando? Aunque el niño sea talentoso o habilidoso, su entreno debe ser exactamente igual al de sus compañeros de su colegio, con una preparación general, una educación física completa y mucho deporte. Excesivo ejercicio a edad temprana puede disminuir la masa ósea, y esto provoca fragilidad en los huesos. Así habrá mayor riesgo en desarrollar fracturas por estrés, aversión por el deporte y un daño irreversible.
El cartílago es una sustancia que provee amortiguamiento en las articulaciones y disminuye la fricción entre éstas. Como posee irrigación sanguínea, se degrada con el proceso de los años. Las articulaciones se lesionan por sobre esfuerzos, por desbalance muscular, por obesidad, por supinación o pronación de pies. Un examen biomecánico, un programa inicial de flexibilidad y de fortalecimiento prevendrá dolores y resentimientos del sistema músculo-esquelético.
Síntomas y signos como correr con pesadez, nervioso, sin mejorar tiempos, taquicardia, disminución de peso, insomnio, etc. pueden estar indicando sobre entrenamiento, por lo que habría que revisar el método de entreno, estado de salud, horarios y tiempos de comida, horas de descanso, empleo de sus horas libres, toma de medicamentos, uso de tenis y superficies empleadas, dolores en el cuerpo, edad, peso y talla, tipo morfológico para encontrar posibles causas y establecer cambios y conducta a seguir.
Piensa en lo fuerte y capaz que eres. Haz entrenos a diario pero descansa una vez a la semana, escucha tu cuerpo, ve por mejorar tus logros, piensa en grande y el dolor disminuirá.