El Barcelona jugará la final de la Copa del Rey tras cumplir el trámite que suponía el partido de vuelta en Mestalla ante el Valencia, tras el 7-0 de la ida, que dejó en anecdótico el empate a uno.
El partido arrancó tan desangelado como las gradas de Mestalla. Los dos equipos, plagados de suplentes y jugadores de los filiales, no fueron capaces de imponer ritmo alguno al choque. Tan solo las acciones de Sergi Roberto en la medular del Barcelona permitieron ver algo de creatividad en el juego.
El Barcelona, que busca su vigésimo octavo título y segundo consecutivo, se enfrentará en la final el 21 de mayo contra el ganador de la eliminatoria que se resuelve este jueves entre el Celta y el Sevilla. En la ida se impuso el equipo hispalense por 4-0.
Mañana juega el Celta contra el Sevilla el partido de vuelta.