Un Barcelona que rompe récords, un tridente bestial, un estado de forma excepcional. De nuevo, tal y como la lingüística plantea a miles de redactores, el reto de utilizar superativos distintos para el juego del Barcelona. No tiene caso, el Barcelona es excelencia total.
No soy hincha del equipo desde que Rivaldo abandonó la entidad azulgrana. Me insistieron, pero no. Sin embargo, me dedico a disfrutar del fútbol que hoy en día proponen, aún cuando a veces duela.
El Barcelona de Luis Enrique podría igualar el récord del Milan de Arrigo Sacchi, y hasta rebasarlo, si todo le sigue yendo tal y como en la actualidad.
Primero, debe llegar a la final de nuevo, algo que Pep Guardiola no logró, pese a tener una máquina aceitada calificada para el reto. Sí, el Barcelona de Pep no pudo llegar a dos finales consecutivas. Es más, el Barcelona en toda su historia nunca logró jugar finales consecutivas en UEFA Champions League.
Tras el Milan de Sacchi, solo dos equipos – aparte de ese inmenso Milan – lograron llegar a finales consecutivas, sin el éxito de repetir.
Los holandeses de Milán. pic.twitter.com/vmMpC34uRr
— Mufasa Magazine (@MufasaFootball) noviembre 17, 2014
Para saciar el pensamiento rossonero, el mismo Milan fue el primero que pudo haber igualado su récord, el cual impuso tras ganar las finales consecutivas de la temporada 1988-1989, 1989-1990. Nadie en el formato conocido como UEFA Champions League logró de nuevo tal gesta, como cuando se llamaba Copa de Europa (de 1991-1992).
Los futbolistas que disputaron esas DOS finales y las ganaron fueron:
Arquero
Giovanni Gialli
Defensas
Mauro Tassotti, Alessandro Costacurta, Franco Baresi (C), Paolo Maldini y Filippo Galli.
Mediocampistas
Frank Rijkaard, Carlo Ancelotti
Delanteros
Ruud Gullit y Marco van Basten
El conjunto rossonero jugó luego las finales de 1993-1994 (donde goleó al Barcelona 4-0) y la 1994-1995 (donde Ajax evitó otro doblete rossonero tras vencerle 1-0).
Siguiendo en orden cronológico, Ajax fue el siguiente equipo en disputar dos finales consecutivas y ganar una de ellas. Tras vencer al Milan en la 1994-1995, disputó la 1995-1996 ante otro italiano, la Juventus. La Troppa Bianconeri en el Olímpico de Roma ganaría el duelo a los holandeses en los penales por 4-2 tras empatar 0-0 en el tiempo reglamentario.
Milan – Benfica 1990 European Cup Final played at the Praterstadion in Vienna pic.twitter.com/clySHPkW9P
— From The Stands (@from_thestands) diciembre 30, 2015
Luego, el equipo que logró llegar a dos finales y conseguir una orejona en una de ellas fue la Juventus, que tras vencer al Ajax en la 1995-1996, cayó en la siguiente, la 1996-1997 por 3-1 ante el Borussia Dortmund en el estadio Olímpico de München.
Por último, tuvieron que pasar once años para que el Manchester United llegara a dos finales consecutivas y ganar una Orejona. En la temporada 2007-2008 vencieron en el Estadio Olímpico Luzhniki al Chelsea por la vía de los penales (6-5) tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario. La siguiente campaña, la 2008-2009 perderían 2-0 con el Barcelona en el Estadio Olímpico de Roma.
Entonces, desde el United de Cristiano Ronaldo, Rooney y Tevez, ningún equipo tuvo la consistencia y quizás fortuna suficiente para ganar una Orejona en un año y al menos llegar a la final en la temporada siguiente.
Barcelona tiene todas las condiciones, si nadie de su tridente se lesiona, para llegar este año a la final, tras haber ganado la anterior, en la campaña 2014-2015 a la Juventus por 3-1 en el Estadio Olímpico de Berlín.
Y seguro sacarán el tema de que es un equipo, que es completo en todas sus líneas; pero parece que sin el tridente completo en instancias donde la exigencia será total, podría flaquear, es una posibilidad.
Curiosamente el Barcelona podría lograr la histórica marca de ser el primer equipo en ganar dos UEFA Champions League como tal seguidas, en casa del Milan, el San Siro.
Creo que lo logrará, no hay al menos de momento un equipo que lo pueda hacer temblar, con excepción del Chelsea, que parece tenerle un poco la medida en los últimos tiempos, o el Atlético, por su espíritu luchador y tenaz. Del resto, nada.