Pese al precio que fijó la FEPAFUT, de $10 dólares, el juego de la selección panameña frente a El Salvador no fue atractivo mediáticamente. No estaba en juego los puntos de un partido oficial y faltaba más de un mes para que vuelva la fiebre de la eliminatoria.
Por eso, el estadio Maracaná en Chorillo, que tiene una capacidad de caasi 6 mil aficionados, no se llenó ni a la mitad.
El ambiente parecía frío, los aficionados locales olvidaron sus banderas aunque sí estaban identificados con la camiseta nacional (en sus tres diseños, roja, azul y blanca). La venta de souvenier no estaba del todo bien con camisas, gorros, bufandas, pitos…
Lo que sí tuvo demanda fue la venta de carne asada y el raspado (al que conocemos como minutas). Las ventas dentro del estadio no vendían hasta que no se abrieran las puertas (dos horas y media antes del juego).
Dentro de los hinchas panameños estaba la inconfundible Suhara Mollick, exatleta de lanzamiento de jabalina en los Juegos Bolivarianos de 1971. Con 66 años e integrante de la Marea Canalera, tiene su forma peculiar para vestirse y llegó en su moto con un muñeco que tenía el rostro del DT “Bolillo” Gómez y su frase célebre ‘estoy berraco’ (molesto)
El Salvador tuvo representación en la grada. Llegaron menos de 100 y se ubicaron en el sector de tribuna alta. Incluso llegó el embajador Francisco Fonseca a zona vip en compañía del presidente de la Fesfut, Jorge Rajo, a quien fue a traer al aeropeuerto el martes por la tarde.
Algunos de los seguidores de la Selecta que se hicieron presente enviaron unas palabras en EDHdeportes. Uno que sorprendió fue Santos Elías, oriundo de San Marcos y quien tiene seis años de residir en Panamá, quien llegó con cinco horas y media de anticipación cuando no había gente en el estadio y explicó por qué madrugó “por el tranque (tráfico) quise llegar temprano y porque salí temprano del trabajo. Me tocó esperar a mi hija Claudia. Vengo a ver ganar a mi Selecta 2-1”.
Marcos Sánchez, otro compatriota, mencionó: “espero que por lo menos saquen un empate porque casi siempre pierden, pero aunque pierdan estoy de corazón. Con el 1-1 suficiente aunque me gustaría un 2-0”.
Una pareja, Otoniel y Tatiana, llegaron con camisa y chumpa de El Salvador, y le desearon suerte al equipo del “Primi” Maradiaga. Tienen ocho años de vivir fuera y no quisieron dar un pronóstico, se lo reservaron.
Desde Costa del Sol también estaba, Nelson Alfredo Núñez, “les envío un saludo a mis amigos de la Costa del Sol, a los que aman el deporte y que viva El Salvador. Quiero que ganemos y que destaquen los bichos”.