Molins dejó deudas en el tenis

El expresidente de una de las federaciones más respetadas, Enrique Molins, le heredó problemas a la siguiente administración del deporte blanco

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La edición XXX del Torneo Amistad, de tenis, atrajo a 200 participantes, un récord. 

/ Foto Por César Najarro

Por César Najarro - Twitter: @cjnajarro

2016-02-21 6:43:00

SAN SALVADOR. Durante 31 años dirigió Enrique Molins la federación de tenis, una de las mejor “evaluadas” por la prensa. Rara vez se escucharon problemas en la institución, y era puesta hasta de ejemplo por su planificación.

Sin embargo, al menos en los últimos años de su gestión, hay algunas situaciones que no merecieron aplausos. Muy por el contrario, el Instituto Nacional de los Deportes confirmó que Molins heredó a la junta directiva sucesora una deuda de más de 21 mil dólares. De ellos, $15 mil 283 por mora de hospedaje, y $6 mil 372 por dinero restante de eventos que no justificó.

La institución tuvo (continúa a la fecha) el aval de la internacional para eventos Júniors mundiales y Future profesionales, y organizaba más de 40 torneos al año. Pero no es lo bueno que hizo Molins lo que está en duda. 

De qué se le acusa

Legalmente, de nada. Al menos públicamente no se conoce que la Corte de Cuentas mantenga investigaciones de los manejos de los dineros que el Indes le otorgó. Múltiples veces estuvieron auditando estos fondos, y, más allá de algunas observaciones, nunca se le probó algo ni se le exigió aclaraciones importantes.

La situación estalla y empieza a conocerse la punta del iceberg en la medida en que la directiva que asumió, tras su salida, se encontró con serios problemas económicos, que derivaron en algunos despidos y cambios administrativos con el fin de palear deudas, entre otras razones.

Resulta que, al menos en las cuentas oficiales del Indes, la federación de tenis era de las que más dinero manejaba. Según Jorge Quezada, presidente del Instituto, este les transfería de manera directa 170 mil dólares anuales, y obtenían alrededor de 333 mil al año en su gestión de canchas, albergue, inscripciones, etc.

“… por la vía del albergue había mucho ingreso para la federación”, explica Quezada al ser abordado sobre el tema. 

Y resulta también que, pese a ser de las federaciones más “adineradas”, Molins se retiró dejando una deuda superior a los 15 mil dólares solamente en concepto de mora por impagos del uso del albergue entre julio de 2013 y octubre de 2014.

El albergue es un hotel de unas tres estrellas ubicado a la par de las canchas de tenis y de las piscinas en el polideportivo de Merliot. Es estatal, y es manejado por el Indes. Sin embargo, cualquier federación puede utilizarlo para sus atletas o para eventos internacionales, siempre y cuando cancele cinco dólares por persona hospedada. 

Las tarifas del hotel varían según el tipo de habitación, desde 30 hasta 50 dólares, o un poco más si es habitación doble. En otra documentación que EDH pudo observar, algunos cobros realizados durante la gestión de Molins rondaron los 80 dólares por persona albergada, entiéndase tenistas que venían de cualquier parte para los eventos que se realizan en el país.

No consta a este medio que todos los cobros rondaran los 80 dólares. Pero, si al menos se cobraban 30 dólares ¿por qué la mora? 

Eso mismo se pregunta Quezada. La duda es más interesante aún si se toma en cuenta que hay unos 40 torneos por año en la federación, de los cuales, entre 20 a 23, aproximadamente, son internacionales, al menos en los últimos años, según recuerda Mario Flores, del departamento de prensa de la federación, y quien fuera despedido el año pasado.

Al ser consultado por los eventos, Flores explica que hay Júniors, Jitic, Copa Davis Junior, ITF Júniors (“fácilmente cuatro”), Circuito Maya (“eran varios”), Conteca, y que “cada uno de esos eventos tiene la parte de qualy (fase de clasificación), que empieza sábado y domingo, y venían un montón de gente, y luego las llaves principales, que son de 32 por lo general, y por rama masculina y femenina.

Si bajamos los números al mínimo y tomamos 18 torneos internacionales al año, sin contar qualy, con 28 atletas en masculino y, digamos, unas 16 en femenino, eso dejaría un total de 792 atletas en un año que habrían pagado al menos una noche en el albergue. Pero ningún tenista se queda una noche, sino al menos unos tres días (muchos se quedan jugando en dobles aunque hayan perdido en singles, o permanecen en el país entrenando). Entonces, la matemáticas dice que dejaron al menos (hemos bajado los números al mínimo, recuerden), 71 mil 280 dólares. 

¿Cómo, entonces, tiene una mora por hospedaje si eso ganaba como mínimo la federación, según el estimado? Claro, sin los gastos de organización del evento. Aunque también vale aclarar que se pidió información a Molins de los patrocinios y no brindó mayor detalle, y que el presupuesto que el Indes iba también orientado a la realización de eventos. Y tampoco se toman en cuenta los apoyos que la Federación Internacional pudo mandar.

Al ser consultado sobre la deuda al Estado, Molins argumentó que “es una gran injusticia que se esté queriendo cobrar a las federaciones. Es una instalación deportiva más del Indes, o sea un servicio más que el Indes da a las federaciones ¿Por qué tienen que cobrar si nunca se hizo en sus primeros diez años?”, comenta.

Al respecto, Quezada también fue cuestionado, y explicó que el albergue ha operado con números rojos y el objetivo es que sea autosostenible, pidiendo un pequeño monto que siempre deja gran margen de ganancia a las federaciones. “Aquí el objetivo del albergue ha sido muy clave y estratégico para potenciar a las federaciones”, reconoce Quezada, quien explica que incluso están valorando aumentar el monto de los 5 dólares para sanear los números rojos. “Es algo que está en estudio, se busca que gane la federación pero que el Indes no pierda, que el Indes salga por lo menos tablas en el manejo del albergue para poder seguir ayudando al deporte”, asegura.

Para Molins, es inconcebible. “Y de repente le ponen una tarifa!!! Cualquier día podrían cobrarle a las federaciones el uso de cualquier otro tipo de instalación. Esa deuda que usted menciona fue un arreglo que yo hice con el anterior presidente del Indes, y esa deuda iba a ser dispensada, pero en eso, y con la burocracia, ya nunca se llegó a hacer por el cambio de administración. La actual administración del Indes lo conoce y deberían de dispensar esa deuda”, comenta.

En todo caso, queda claro en las palabras de Molins que la deuda no fue dispensada. 

Otros problemas

Aparte de la mora del albergue, hay otras deudas que Quezada no supo especificar del todo el monto total que aún se debe a Indes, pero el pago pendiente que dejó Molins originalmente era de superior a los $6 mil (ver documento).

“No tengo el último dato, porque a finales de octubre se solicitó a la federación que fuera saldando, por ejemplo, sobrantes de eventos que quedaban. El sobrante debes reintegrarlo según la normativa, y si es de tu mismo presupuesto y lo querés reorientar, se hace la solicitud y normalmente se aprueba. Pero fueron quedando sobrantes que al final uno no tiene control para ver en qué se ejecutaron”, explica el presidente del Indes, quien, además, agregó que la directiva que sustituyó a Molins comenzó a pagar las deudas, tanto de este rubro como la de la mora del albergue.

En este punto, el exdirectivo niega que haya habido situaciones que se le puedan criticar: “En cuanto a mi periodo, todo tiene el ‘OK’ de la Corte de Cuentas y del INDES. Pero es lógico que si algo no se usa en un evento, se puede usar en otro, previa gestión ante el Indes. Esto en ningún caso es un problema”. 

Pero más grave quizás que estas deudas o moras fue la violación sistemática de los estatutos en cuanto a ser parte y juez. Y es que la federación de tenis contrataba los servicios del Club Maya, propiedad de Molins, para brindar la comida de eventos internacionales y para que se disputaran también ahí algunos torneos profesionales. 

En el artículo 42 de los estatutos de la federación (descargable en la página web de la misma), se estable que “No podrán contratarse servicios o adquirirse bienes para la Federación de sociedades o empresas donde los miembros de la Junta Directiva sean propietarios, accionistas o administradores, o de alguna manera estén vinculados con dicho negocio, de donde se derive un lucro o un provecho para estos. Así mismo cuando sea el propietario, accionistas o administradores el cónyuge, sus parientes dentro del cuarto grado por consanguinidad o segundo de afinidad”. 

Este documento fue modificado recientemente, en dos mil trece, pero el artículo 42 reza tal cual está arriba. Está amparado bajo la firma y sello del notario Carlos Armando Canizalez Morán, quien atestigua que Enrique Molins Rubio es quien comparece con la documentación. Es decir, Molins bajo ninguna razón podría ignorar dicha situación. 

La Ley General de los Deportes, en su artículo 91 de Infracciones, numeral C), establece como Infracción Muy Grave el “No cumplir e impedir el cumplimiento de un estatuto, reglamentos y demás normas aplicables. 

El expresidente del tenis argumenta que “siempre fue y espero que siga existiendo una estrecha relación entre ambas partes. Son canchas diferentes, arcilla contra superficies duras (las estatales en el polideportivo), y eso es una gran ventaja para nuestro país que los otros rivales no tienen. Son los jugadores quienes técnicamente deciden en qué superficie quieren jugar, pero nunca hubo ningún cobro por el alquiler de las mismas”. Por supuesto que no, el negocio estaba en la venta de las comidas a los atletas. 

¿Qué pasará?

Por ahora, esta es solo parte de la información que se maneja sobre el caso, y en posteriores entregas se estará profundizando en otros aspectos. Responder ya mismo qué pasará con el tenis, o qué pasará con Molins es especular. 

Lo cierto es que las deudas figuran para la institución, no para un individuo, y por tanto, a Molins (y a la directiva que trabajó con él) no se le puede exigir que pague.

“Las deudas, moras y todos los procesos que se asumen son institucionales. Cuando se recibe el informe de la federación saliente, se recibe todo, y los que entran asumen que eso existe, entonces, eso queda de herencia. Así es el sistema administrativo que tenemos. No debería de ser así, pero así está en nuestras leyes, y esta directiva lo heredó en la federación, igual que yo heredé cosas que venían de la gestión anterior, así son los procesos gubernamentales”, dijo Quezada al referirse a algo que por su puesto desconocía la directiva que fue presidida por Ernesto Telles. 

Además, la Ley General de los Deportes (se encuentra en Internet), en su artículo 44 De la no Administración Pública, establece que “las federaciones, subfederaciones, y otras asociaciones deportivas nacionales reconocidas y reguladas por el INDES por medio de esta Ley y sus administraciones, no deberán considerarse como miembros, órganos o funcionarios de la administración pública”, es decir, no son funcionarios del Estado, y, por tanto, no se le puede investigar a Molins y exigir el pago de las deudas. 

Mientras tanto, en el traspaso de mando, renunciaron varios miembros de la directiva que le siguió a Molins, incluido su presidente Ernesto Telles. Y recién la semana pasada Rafael Arévalo fue elegido como nuevo presidente.

Antes de ello, fue entrevistado por este medio. Reconoció, entre otros problemas pasados, que la planilla administrativa era bastante alta(28 mil dólares mensuales). “Lo que la junta directiva decidió fue disminuir la planilla para poder apoyar más a los atletas. En esa reestructura, era lógico que empleados que tenían bastante tiempo ahí podían salir molestos, pero nosotros nos enfocamos en los atletas”, dijo el extenista.

Como había personas con “hasta 18 años y se indemnizaron, se invirtieron unos 60 mil dólares en ocho personas. Toda la reestructuración nos llevó a un costo que se acercó a los 100 mil dólares. Eso no quiere decir que la federación esté en una crisis de la que nunca va a salir, es momentáneo”, aseguró Arévalo.

El ahora directivo, y miembro de la pasada junta directiva (la que sustituyó a Molins) también reconoció que encontraron deudas:“La situación cuando entramos a finales de 2014 era de unos 15 mil dólares (de deudas), igual prácticamente que todos los años”, comentó.

Ahora, Arévalo es la cabeza visible de una reforma estructural que han prometido implementar. Habrá que ver.