El Atlético retoma su gran ambición

Los colchoneros buscan seguir en ruta a la final. El Manchester City no quiere sorpresas con el Dynamo de Kiev

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Foto Por edhdep

Por EFE

2016-02-23 8:10:00

El estadio Philips de Eindhoven, el PSV y su fortaleza en casa ponen a prueba este miércoles al Atlético de Madrid y su gran ambición, la Liga de Campeones, el desafío pendiente de un grupo ganador, apartado el domingo de la lucha por la Liga e ilusionado con un reto de tremenda exigencia.

Desde hace dos años, desde que un gol en el minuto 93 de Sergio Ramos provocó una prórroga y una derrota cruel del club rojiblanco, este torneo es el anhelo del Atlético, que lo ha ganado todo en la era Diego Simeone (una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España, una de Europa y una Liga Europa)… menos la Champions.

La máxima competición europea, de la que dos minutos, uno en Bruselas en 1974 y otro en Lisboa en 2014, le han privado de ser campeón continental dos veces, asume ahora en este momento toda la transcendencia para el Atlético, sin alejarse tampoco del objetivo prioritario cada año: una de las tres primeras posiciones de Liga.

“En la Champions tenemos una ilusión y un sueño muy lindo, que nunca lo escondimos y siempre lo dijimos: intentar ganar una Champions”, expuso el lunes el uruguayo Diego Godín, un líder en el campo y en el vestuario del conjunto rojiblanco. Y uno de los jugadores que sufrieron aquella derrota en Lisboa hace dos años.

Esa ilusión pasa este miércoles por Eindhoven. En el Atlético saben que el partido de ida es mucho más que media eliminatoria, más aún lejos del estadio Vicente Calderón. El año pasado, remontar en casa el 1-0 con el que perdió en Leverkusen en el primer choque le costó 120 minutos y una tanda de penaltis para acceder a los cuartos de final.

Es una alerta contra cualquier distracción del Atlético, avisado de la exigencia del estadio Philips; un campo en el que el PSV, el actual campeón y líder de la Liga holandesa, ha ganado 14 de sus 17 encuentros oficiales como local de esta campaña. Sólo ha cedido dos empates, ambos en Liga, y una derrota, en Copa contra el Utrecht. 

También es una advertencia de la competitividad del PSV, de vuelta a octavos de la Liga de Campeones después de nueve años, cuando lo capitaneaba desde el centro del campo Phillip Cocu, que ahora desde el banquillo ha recuperado la luz europea del equipo, segundo en su grupo con un impecable nueve de nueve puntos en casa. 

Ahí ganó al Manchester United (2-1), al Wolfsburgo (2-0) y al CSKA Moscú (2-1), tres de las 25 victorias con las que resume sus 35 partidos oficiales de este curso -los otros diez los concluyó con seis empates y cuatro derrotas-, con 86 goles a favor y 36 en contra y con un fútbol de rápida transición de atrás hacia adelante. 

El centrocampista Davy Propper, con una llegada potente desde segunda línea -ha marcado nueve goles esta campaña-, el mexicano Andrés Guardado, el medio centro guía del equipo, recuperado de una lesión muscular justo para la cita de este miércoles, el extremo Jurgen Locadia, probablemente en punta, o el uruguayo Gastón Pereiro son algunos de sus argumentos ante la baja de Luuk de Jong. 

Su máximo goleador, autor de 23 tantos en 33 partidos oficiales de esta temporada -17 de ellos en la Liga, de la que es el mejor artillero del campeonato holandés este ejercicio-, cumplirá sanción en el encuentro de ida de este miércoles, con la consecuente merma ofensiva que supone para el PSV, obligado a reinventar su ‘9’. 

La opción es Locadia, habitualmente en el extremo. Maxime Lestienne es duda por molestias en un gemelo, aunque este martes se entrenó con el grupo, al igual que Marco van Ginkel, que también estará disponible para el encuentro de este miércoles. 

El Atlético competirá contra un buen bloque, líder de su Liga con ocho victorias consecutivas, pero también contra un momento de dudas del equipo madrileño, las que generan sus últimos altibajos, con sólo dos triunfos en sus siete encuentros oficiales más recientes, en los que ha sido eliminado en la Copa del Rey y ha perdido la Liga, a ocho puntos del liderato del Barcelona, más allá de que sólo ha sufrido tres derrotas en sus treinta últimos duelos oficiales. 

Aunque de fondo esté el derbi ante el Real Madrid, el sábado en el Santiago Bernabéu, no se prevén demasiados cambios en el once del Atlético, que recupera al argentino Augusto Fernández, con el alta médica y en la convocatoria, 23 días después de sufrir una rotura parcial del ligamento lateral interno de la rodilla derecha. 

También vuelve el uruguayo José María Giménez, que cumplió sanción el pasado domingo frente al Villarreal. Entre él y el montenegrino Stefan Savic saldrá el compañero de Godín en el centro de la zaga, con el portero esloveno Jan Oblak por detrás y con los laterales Juanfran Torres y el brasileño Filipe Luis a los lados. 

Pendiente de la recuperación de sus futbolistas del intenso partido del domingo contra el Villarreal, en medio campo hay varias opciones, aunque no se alejará de la base de los últimos duelos, con Saúl ??íguez, Gabi Fernández y Koke Resurrección. El francés Antoine Griezmann es fijo ya sea en una de las bandas o en la delantera. 

Fernando Torres y Luciano Vietto, o uno de los dos, jugarán en ataque, mientras que Augusto Fernández, recién recuperado y además en una posición transcendental por delante de la defensa, y Óliver Torres son las otras opciones para el centro del campo en Eindhoven, donde el equipo estará apoyado por 1.250 aficionados. 

La otra serie

El Manchester City confía en evitar su enésimo fracaso europeo en Ucrania ante un ilusionado Dinamo Kiev que vuelve a unos octavos de final de Liga de Campeones 17 años después.

El conjunto inglés quiere evitar su tercera eliminación consecutiva en octavos y afianzarse de una vez por todas como una potencia en Europa, algo que Manuel Pellegrini, que encara sus últimos meses en el banquillo del Etihad antes de la llegada de Pep Guardiola, no sido capaz de conseguir. 

Después de encadenar tres derrotas en línea, ante Chelsea (5-1), Tottenham (1-2) y Leicester (1-2), el preparador chileno tiene que recuperar el brillo perdido en las últimas semanas y motivar a unos futbolistas alicaídos. 

Eliminados de la FA Cup y con sus posibilidades en la Premier League reducidas drásticamente, la Liga de Campeones y la Copa de la Liga -la final es el domingo, ente el Liverpool- son las únicas competiciones que pueden despedir con cierto brillo la estancia de Pellegrini en Inglaterra. 
El City tiene numerosas bajas -Samir Nasri, Wilfried Bony, Eliaquim Mangala, Kevin De Bruyne, Fabian Delph y Bacary Sagna-, pero eso no debería impedirle alinear un equipo competitivo capaz de llevarse el triunfo de Kiev. 

Pellegrini dio descanso a muchos habituales el pasado domingo en la contundente derrota a manos del Chelsea, por lo que los titulares llegarán al duelo sin una carga excesiva de minutos. 

Por su parte, el Dinamo Kiev ha tenido que esperar casi 17 años para regresar a unos octavos de final de la Liga de Campeones, por lo que no está dispuesto a desaprovechar la oportunidad histórica que se le presenta ante un alicaído City. 

Los ucranianos han vuelto a la élite dirigidos desde el banquillo por el futbolista que disputó en la temporada 1998-99 las semifinales de esta competición ante el Bayern Múnich, Serguéi Rebrov, que formaba entonces una dupla temible con Andréi Shevchenko. 

En cuartos de final eliminaron al entonces campeón, el Real Madrid, pero la venta de Shevchenko al Milán condenó al Dinamo al ostracismo, a lo que se sumó el surgimiento del Shakhtar Donetsk en el campeonato local. 

Rebrov ha conseguido darle la vuelta a la situación y logró colar sorprendentemente a su equipo en los octavos de final tras dejar en la cuneta al Oporto de Casillas, un clásico de la Champions, y tras sufrir una sola derrota ante el Chelsea en Londres. 

Al contrario que el Shakhtar, la columna vertebral del Dinamo son futbolistas ucranianos, empezando por la portería, defendida por Shovkovsky, el eterno capitán de los kievitas a sus casi 42 años. 

En el centro de la defensa es indiscutible el internacional Jacheridi, imponente central de reacciones imprevisibles, mientras en la delantera está la gran estrella del Dinamo, Yarmolenko. 

Precisamente, el zurdo ucraniano es la mayor preocupación de Rebrov, ya que arrastra molestias desde que se lesionara a finales del pasado año. 

Pese a no disputar ni un solo minuto durante los amistosos en el marco de la concentración invernal en España, Yarmolenko ha insistido que no está dispuesto a perderse este partido por nada del mundo, por lo que jugará con dolor. 

El Dinamo también tiene acento iberoamericano con los portugueses Antunes y Veloso, los brasileños Moraes y Silva, y el paraguayo Derlis González, que llegó a Kiev el verano pasado y se ha ganado la confianza de Rebrov. 

Como es habitual con los equipos del este de Europa, su ventaja es que llegan a los octavos de final muy frescos, gracias al receso invernal, pero su hándicap es que les falta rodaje, lo que suele notarse en las segundas partes.