La ya legendaria marca Jeep desarrolló en días recientes el “Boot Camp 2016” en El Salvador, una breve escuela de manejo de aventura en terrenos de mucha exigencia.
El escenario ha sido el EcoParque El Espino en las faldas del volcán de san Salvador. Y los protagonistas: los modelos Wrangler, Trailhawk y el Grand Cherokee Laredo.
De hecho los modelos de Jeep tienen sobre su capó una trayectoria de más de 75 años en los que han sabido combinar dureza, alto rendimiento y tecnología.
Como bien lo ha mencionado Juan Carlos Schlageter, gerente de marca, son autos que garantizan vivir una aventura de manejo todoterreno y de alta exigencia. Por supuesto que la diversión está garantizada cuando se pisa el acelerador de cualquiera de estos tres modelos de la prestigiosa marca estadounidense.
El EcoParque fue acondicionado según estándares de la marca para que los participantes en el campo de entrenamiento, fueran demandados y a su vez los autos fueran puestos a prueba en cada uno de los obstáculos en los que se observó el poder de tracción, absorción de impacto, torsión y vadeo.
Cada una de las pruebas se ha sorteado de la mejor manera. El Wrangler es el todoterreno insignia y solo reconfirma que su poder está intacto para sortear terrenos con troncos, con charcos o pozas y para domar terrenos en pendientes con lodo o piedra suelta. El Cherokee Laredo ha dado una lección de poder superar los obstáculos, pero sin perder su caché y aportando sobre todo una alta comodidad a quienes en él se conducen.