Camiseta de Pink Floyd y pants, sincero y transparente, tan filósofo como todavía futbolista. Es Jorge González a fondo, “el Mágico” en una charla suelta con el periodista Kevin Rodríguez, de Fanáticos +.
Durante media hora, rodó la pelota de las preguntas y Jorge hizo sus gambetas para hablar de nuestra selección, de sus recuerdos en Cádiz, del espinoso caso amaños, de si Messi o Cristiano, anécdotas…
¿Qué hace ahora Mágico González?
Tratando de no incomodar a quien está bien ocupando su tiempo, y si es una ocupación que me haga sentir útil, agradecerle más aún a Diosito.
¿Siempre jugando fútbol, cerca de la pelota?
Sí, es necesario. Además ella se deja abusar, porque sirve de mucho, el fútbol es un deporte y a mi edad, ya jugar al fútbol, hacer un deporte, no me viene muy mal saludablemente hablando, y es lindo recordar.
Siempre existe esa emoción al jugar fútbol, como cuando estaba en la Selección, FAS, Cádiz…
Es pasión. Es por supuesto emoción. Es algo que te transparenta. Cuando juego fútbol, en estos momentos digo: es para mí despejarme, lo ha sido todo aunque yo no quiera, Diosito lo quiso así.
¿Por qué en nuestro país no ha salido una figura que represente, que los niños están esperando ponerse esa camiseta?
En otras palabras, referentes en cuanto a la niñez y juventud se refiere. Pienso que ahora mismo es bien difícil hablar de nuestro fútbol, más a mí, que me gusta hablar más con posititivez, como suelo decir. Estamos un poco cariacontecidos, con aquello de que queremos ver por dónde, de dónde, de qué manera se le busca lo más más o menos a lo nuestro, para empezar a dar ese paso que nos haga caminar un poco más adonde pretendemos. No voy a poder mencionar a los referentes que yo los consideraba como tal para nuestras juventudes, para nuestros niños. Me voy a quedar un poco queriéndolo decir, y no voy a poder (se refiere el triste episodio del ‘caso amaños’). Por lo que nos vino a empañar, a limitar, a separar de aquel proceso a nuestra manera que traíamos. Se me hace difícil.
¿Te afectó mucho lo que pasó (arreglos de partidos)?
Sí, sin pensármelo. (Ahora) Decirle a la afición que tratemos de hacer lo más positivo, que creamos en lo nuestro. Cuando más difícil está, creer en lo que verdaderamente nosotros queremos, que es el fútbol. Y la noble afición… hay que quitarse el sombrero, chapó, y si algo me tiene contento es el reconcilie que hemos tenido en esta selección, en este proyecto con el Primi. Siento que la reconciliación que hemos tenido jugadores con federación… Parecía ser que había cierto desentendimiento. Parece ser que hemos un poco limado asperezas, que se ha remendado el descosido, y es algo que yo felicito tanto a los jugadores de la selección nacional, como también a los federativos que también hemos creído que era lo más inteligente, lo más conveniente como familia futbolística salvadoreña.
¿Te han invitado a integrarte a la Selección Mayor, como parte del cuerpo técnico?
No puedo, porque no tengo la mínima idea…
¿Y por qué no, como un motivador?
Como metido benigno está de más decirlo, tampoco puedo pecar de presumido ni jactarme, y ofrecerme como para… tal vez sí, si tuviera el coraje y el valor de decirlo francamente, de decirlo inevitablemente, y tambien inteligentemente. Pero sin presumidera, sin creerme creer. Así, sí. En este momento que van a cerrar partidos oficiales de mamenra decisiva, el respeto a las personas profesionales de cada institución, esa es una de las cuestiones que está de más decirlas.
Honduras te trae buenos recuerdos, por lo que ocurrió en aquella hexagonal de 1981. ¿Qué recuerdas de la jugada del gol contra México?
En mi caso particular sufrí mucho, esa hexagonal si la recuerdo por algo es porque tuve que jugar la mayoría de los partidos con un tirón muscular en mi pierna, que no me dejaba dar lo máximo mío. De esa carrera, solo cuando la veo recuerdo lo que iba sufriendo, a la vez que conducía el balón, y yo decía bueno, bueno… en su momento me preguntaron que qué había pasdo en esa jugada, y respondí a la prensa hondureña, simple y sencillamente, que Diosito se había entrado en mí. Tonto, porque Diosito siempre anda con nosotros. Pero sentí eso, no sé por qué (corrió así) estando lesionado. Sufrí por andar con lesiones en esta hexagonal. Al final se le ganó a México, y tuvimos la suerte de ir a un Mundial.
Jorge, formaste parte del FAS de 1978, con el Avisón Casadei y otros jugadores, un equipo de época. ¿Cómo comparas esa época con la actual? Antes había estadios llenos, jugadores de un gran nivel. ¿Cómo ves el fútbol salvadoreño actual, comparado con cuando tú debutaste?
Bien difícil, no sé qué decirte. Ha pasado el tiempo. Como lo jugaba, yo era muy joven, y quizá no reparaba en cómo podía verse el fútbol desde afuera. Yo jugaba. El fútbol, si no es la mitad o poco más de la mitad, es la alegría de la persona, del jugador. Y para eso se necesita que tenga las cosas mínimas posibles, para que si está triste que no sea por cuestiones del equipo, de su profesión.
¿Cómo analizas la participación de El Salvador como fútbol ahora?
Creo que estuvimos a punto de tomar nuestro polio a nivel de nuestro fútbol en la región. Sentía que ya nuestra seleción venía tomando lo que le correspondía a nivel de región, de Concacaf. Sentía que a Nicaragua la íbamos a dejar en su sitio, a Belice por supuesto, ya quisiera decir yo que cualquier isla del Caribe, pero ya no son eso futbolísticamente. Le doy gracias a Dios, a los jugadores que han demostrado sencillez y humildad, han comprendido y están queriendo hacer algo por su país. Estoy contento con los jugadores por ese detallazo, con Purdy, que ha hecho un esfuerzo por venirse de esa manera. Hay que alzarlo en hombros. Él es un ejemplo de sencillez y humildad.
¿Cómo es tu día a día, Jorge?
Buscar sobre todo normalidad. Tratar de cuidar el aspecto mío, ser el que siempre me ha gustado ser, un normal, uno más. Darle las gracias a Diosito por el día a día, y que no me abandone con la creencia, con la fe que le tengo a nuestro fútbol.
Algunos se molestan cuando les llaman “ex futbolistas”, porque todavía se sienten futbolistas, solo que ya no lo juegan tanto. ¿Cómo te gusta que te mencionen a ti?
Ex profesional del fútbol, podría ser. Así se le llamaba donde jugué, y profesionalmente ni cuenta me di que lo estaba haciendo.
¿Quiénes fueron tus ídolos, a quiénes admirabas de joven?
Salvadoreños, los defensas de Alianza, del Marte, de Honduras, los defensas de otros equipos, existía eso lindo, de ponerse a jugar fútbol lo más alegremente posible, queriendo dar lo mejor de vos, agradar lo más posible a tus nobles aficionse en ese momento. Como referentes siempre digo Pipo Rodríguez como un futbolista nacional. Digo a Chamba Mariona. Yo admiré a la Chelona Rodríguez, Loro Castro, Flamenco Cabezas, Mario Monge. Eran señores, que yo me iba a mirarlos al estadio con un brillo, un ansia, un deseo, una inocencia, de querer ser un día como ellos. Y más con la camisa azul, la E y la S, la selección nacional, el fútbol se me metió de una manera con el azul, para querer jugar al fútbol, le doy gracias a Dios por haberme ayudado a ser viejito y haber sentido lo que era sentirse como aquellos maravillosos que yo veía en el estadio nacional de la colonia Flor Blanca.
Ese estadio al que ibas hoy lleva tu nombre, el Mágico González.
Si a un estadio nacional le han puesto el apodo de alguien, yo lo agradezo. ¿Sabés por qué me encanta? Porque cuando estuve jugando en el extranjero, nunca, nunca, nunca perdí la vista que las cosas que yo estaba haciendo en un equipo, chiquito, mediano o grande, lo estaba haciendo por mi país, nuestro país. Me da una cierta satisfacción. Qué bien que no fue en vano mis principios, mis ideales, mi forma de pensar, mi forma de sentirme lejos, de querer dar fútbol.
Nos mencionaste a tus ídolos de niño…
Los niños no tienen esos referentes ahora mismo. No hay. He ahí donde sería volver a hablar de que ‘lastimosamente’, ‘que nuestro fútbol’, que suene a queja… No. Tenemos que sonar a alegría, satisfacción, esperanza. A mí me da mucha esepranza esta última reconciliación. Que Honduras no nos venga solo a aplastar. A mí me gusta la posición, postura y mentalización que tiene el Primi para contra Honduras, Canadá y México. Tenemos un compromiso verdaderamente fuerte.
Para Jorge González, ¿qué es Cádiz?
Fue una ciudad que me amparó, me arropó, que me hizo suyo. Yo me sentía como en una casa, que te dan confianza. Pero nunca perdí de vista que futbolísticamente también por nuestro paisito estaba intentando hacer algo por nosotros, por El Salvador. Estábamos padeciendo una guerra civil. El guerrillero lo hacía pensando, creyendo, que lo estaba haciendo por su país. El soldado mismo lo hacía de la misma manera, que estaba defendiendo a su país. Diosito a mí me dio el fútbol, y yo decía desde aquí, desde donde puedo, por mi paisito también. Porque después de todo, habíamos un pueblo. Depués del soldado, el guerrillero, estábamos el pueblo, estamos el pueblo.
Participaste de una gira con el Barcelona, junto a Maradona, en Estados Unidos. ¿Hubo realmente posibilidades de que ficharas con el equipo azulgrana?
Posibilidades, sí, de llegar a jugar con el equipo catalán. Era un acuerdo, un entrendimiento que tenía con el Cosmos de Nueva York, para que Barcelona estuviese como invitado. Le coincidió liga con ese compromiso. Se jugaba contra la Real Sociedad en San Sebastián. Barcelona hizo un equipo A y un B. En el B venimos los que solicitaba el contrato, las cláusulas del compromiso con el Cosmos de Nueva York. La cuadrangular la venimos a jugar un equipo B del Barcelona acá a Nueva York.
Mirá qué equipo B del Barcelona, con Maradona y Mágico González.
Maradona era el astro, el mejor jugador del fútbol en ese entonces. Tenía ese contrato el Barcelona y supo cumplirlo de esa manera. Iba el salvdoreño, me sentía orgulloso que mencionaran no a Jorge González, sino al salvadoreño.
¿Pero hubo pláticas para que te ficharan?
Sí hubo.
¿Y qué pasó en el hotel? Porque mucha gente menciona que te quedaste dormido…
(Interrumpe) La anécdota (ríe). ¡Con que me quedé dormido en la camilla de masajes en un entretiempo, te podés imaginar en un hotel! Sería el colmo que no (risas). Sí hubo intentos, hubo posibilidades, pero el clan Maradona, con Menotti, hubo ofertas de Italia, en este caso Nápoles. Así fue como quello se disipó, pero en Cádiz verdaderamente me estaba sintiendo como en casa… no es que no me haya sentido capaz, sino que me sentí que era más que suficiente el estar tratando de hacer un poquito de algo por nuestro país, futbolísticamente.
Mientras jugaste en Cádiz hiciste grandes partidos. Se recuerda mucho un gol que le marcaste al Barcelona.
Me recuerda de algo bien importante, y que lo tenemos todo el mundo, que es la familia. En esa ocasión tenían mis padres de estar unos 20 días en Cádiz. Yo se lo achaco a ellos. Me sentía más completo. Ese gol me recuerda a mis padres en Cádiz. No es porque siempre haya jugado así. Recuerdo que en el vestuario cantaba canciones, andaba una alegría que no es la común. Es lo que te da la familia, esa bendición de Dios.
¿Hubo algún socio dentro del campo que recordés, que era con quien te sentías mejor?
El mejor socio, el que más me ha desarollado como jugador de fútbol por mis cualidades es el Pájaro, es Norberto (Huezo), con la selección nacional eso sucedía. Había un entendimiento de que jugar Norberto con Jorge González adealnte en esa alineación, sentía como que éramos tres, como que los dos hacíamos tres, nos multiplicábamos. Norberto la tiraba, ya sabía de una manera que yo le había entendido, había una cosa maravillosa en cuanto a un entendimiento futbolístico para crear efectividad en ataque.
¿Cuál equipo de la Liga Mayor te está gustando actualmente?
Me está gustando la Liga Mayor, me está encantando. Me está gustando Chalate, Sonsonate. ¿Por qué razón? Hay ambiente, hay motivación. ¿Qué le hace falta al jugador de fútbol? No voy a decir inspiración, porque con esa afición no puede carecer el jugador de fútbol de inspiración.
Hablemos de fútbol internacional. ¿Te quedas con los Messi o los Cristiano?
Es fútbol. Y si me preguntás a mí te voy a responder raro. Vuelvo al invisible, al que trabaja mucho, es obrero y no se ve, pero falta y te hace falta. ¿Busquets? Por ejemplo, ahí sí. Busquets es un jugadorón. Pero ese siempre existe en cualquier equipo de fútbol, en una selección también. Ese no lo estamos viendo, los típicos contenciones, los que se echan al equipo al hombro no solo para ser creativos, sino también para estar bien situados, y de acuerdo a su posición ordenan a los demás. Como roban balones no los ves muchos, solo mirás al que te hace la finta, al que se quita dos, te mete el centro medido al sgundo palo. Ese mira uno.
Pero… ¿Messi o Ronaldo?
No sé, los considero a los dos lindos jugadores, está demás decirlo. Pero si a alguien considero adivino es a Messi. Adivina más futbolísticamente. No sé si será mejor o peor, pero adivina más cómo se le está moviendo todo a su alrededor cuando lleva el balón, y coincide bien, adivina bien dónde debió ir aquel que supuso, acertó.
Últimamente has tenido invitaciones para ir a Cádiz, y editaron un libro sobre tu vida. ¿Estás enterado de eso?
Sí. Lo que tuvo que ser en Cádiz está estupendo, está calidad, está bien. No quiero estropearlo con una ida innecesaria, o solo por ir. Quiero tener ese respeto a esa ciudad española. Parece ser que le quieren poner el apodo del Mágico al estadio de ellos (el Ramón de Carranza). Sería un salvadoreño. Yo me salgo del Mágico y lo veo como uno más de nosotros, por eso me encanta. Ahí sí iría. ¿Por qué? Porque iría como un salvaoreño a agradecer lo salvadoreño. Yo iría como salvadoreño, no iría como el Mágico.
Cuando entraste al Salón de la Fama del Fútbol, en Pachuca en 2013, ¿qué recuerdas de ese episodio?
Estaba emocionado, perdido. Me puse demasiado nervioso, me hicieron esperar de una manera que el último fui. Yo tenía entendido que era entremedio lo mío. Fui cogiendo presión en mi estado emocional. Pero al final escuché la entrevista y bueno, no me salí mucho de lo que quería decir. Tal vez no dije lo que tenía en mente, lo que hubiera querido decir. Pero no dejé de decir que lo hacía por mi país.
Gracias por habernos acompañado.
A ti Kevin. Y arriba nuestro noble afición, arriba nuestro fútbol nacional. Ánimo y arriba.