No defraudando otra vez en afición, el Ana Mercedes Campos encontró a dos equipos, Sonsonate y Dragón, rivales directos por los puestos de clasificación, con mucha entrega desde los primeros instantes del partido. Al final, un empate (2-2) bastante disputado, del que se puede destacar coraje y garra de parte de ambos.
Dos esquemas parecidos, con algunas variantes estratégicas en el once inicial, después de haber perdido entre semana; ofrecieron mucha dinámica al juego.
Los cocoteros propusieron más en ataque. Entre las jugadas más claras o peligrosas, se destaca un disparo de Rodolfo Pimentel, que se desvió en un defensor, y paso a un lado de la meta (10‘), un tiro libre de Mario López, que exigió en la estirada a Meme González (20’) y un cabezazo, que también rechazó González, de Fredy González (27’) fueron las ocasiones que hicieron que los aficionados hasta cantaran gol.
Mientras que Dragón estuvo pocas veces cerca de abrir el marcador, solo se pueden destacar dos oportunidades clarísimas: un disparo de Ricardo Orellana, que se convirtió en centro y que Jackson de Oliveira no pudo rematar (11’) y la otra, una penetración de Josué Hernández, desde la izquierda, quedando frente al portero Óscar Martínez, quien se quedó con la pelota.
Los mitológicos derivaron mucho su juego por la banda izquierda, para generar llegada. Sin embargo, el gol llegó en una jugada a balón parado, que de ese mismo sector, el que también contó con la colaboración del meta Martínez, tras un tiro libre de Óscar Portillo, que no atrapó, ni rechazó, dejándola suelta para la definición de Lemus, de cabeza (45+2’).
Salvaron
Los cocoteros mantuvieron la tónica, ahora con las líneas un poco más adelante, manteniendo la presión sobre la visita, que con orden táctico sabía aguantar ordenadamente y jugaba con la desesperación de los cocoteros, al perder tiempo cada vez que recibían un golpe.
Ante esta situación, Dragón se fue cerrando atrás y quedando al contragolpe, para no renunciar al ataque.
Pero la insistencia de los sonsonatecos, le permitió encontrar el gol del empate, a los 79’, después de un tiro libre que se convirtió en centro, que Augusto Do Carmo convirtió en gol, con un tiro raso, cruzado, de pierna derecha.
Ya con el partido emparejado en el marcador, el cierre del partido fue dramático, por lo que la afición local lo vivió de pie, mientras su equipo continuó acechando la portería mitológica.
Situaciones que no aprovecharon y lloraron, con el tanto de Cristian Portillo, en el 86’, con un tiro libre que tuvo mucha potencia. Pero la ventaja no la supo aguantar Dragón, que en tiempo de compensación sufrió la paridad, con un disparo de pierna derecha de Do Carmo, que González no pudo atajar.
Al final y a pesar de los pequeños desordenes que se sucedieron al final, el partido gustó y hasta consideraron justo.