Hace 20 años El Salvador recibió a Yugoslavia

INFOGRAF??A - E-PAPER - VIDEO | En 1995, la Selecta jugó ante uno de los equipos nacionales más poderosos de todos los tiempos: Yugoslavia, que pisó el "Mágico" González con todo su arsenal

descripción de la imagen

El tercer gol de Dejan Savicevic (10) en el juego. El montenegrino nos dio un repaso

/ Foto Por Archivo

Por Roberto Leiva | Twitter: @RobbieRuud

2015-11-11 4:01:00

La Selecta cumple este jueves 12 de noviembre de 2015 dos décadas de haber enfrentado a uno de los equipos más potentes de la historia.

EDH Deportes revive sensaciones de aquel juego y más. Muchos recuerdan a Yugoslavia con particular cariño. De todo el mundo, hacen memoria de cómo jugaban aquellos seres que en medio de beligerantes escenarios, eran capaces de proponer el fútbol más completo, combinando lo físico y lo táctico hasta el límite.

Lo cierto, es que la Selecta también cumple 20 años de no medirse a un rival de semejante calibre, en casa. ¿Cómo pasó tanto tiempo? Pues un sondeo informal apunta, que las razones económicas responden en parte a esta pregunta.

Pero hay que decirlo, factores como la poca atención a formación de nuevos talentos, pocos jugadores destacados en el exterior, y por último los amaños; fueron también otros alicientes para que la Selecta perdiera atractivo internacional.

Si se tratara solo del tema económico, selecciones como Qatar, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudita tendrían todas las fechas FIFA de amistosos equipos solo élite en agenda, cosa que en la práctica se ve que no pasa. Claro, de vez en cuando se codean con estas inmensas selecciones, pero no es algo recurrente.

Son veinte años ya, en donde el salvadoreño amante del fútbol y de la Selecta, sin salir de su territorio, su Pulgarcito, no gozó nunca más al ver un amistoso cinco estrellas ante un rival de élite en un juego amistoso.

Esto marcó probablemente un antes y un después en la Selecta, que siguió cosechando grandes juegos ante rivales excelentes en juegos oficiales, pero que poco a poco eso fue despareciendo, hasta que el día de hoy los buenos rivales buscan que la Azul y Blanco proponga jugar fuera de su territorio, siempre.

Y claro, hay cotejos oficiales donde el compatriota pudo disfrutar de selecciones de CONCACAF armadas hasta los dientes,  y con jugadores de militancia europea. Pero ellos venían porque el calendario se los señalaba, había una agenda que cumplir. La motivación era únicamente, sumar puntos para acercarse a otro mundial, más, absolutamente nada.

Una cantidad considerable, por no ser absolutista, de gente que cumple más de 50 vueltas al sol, coincide en que antes era un orgullo ver a la Selecta, medirse ante potencias mundiales, espectaculares, y con una capacidad de arrastre descomunal. Estas potencias, eran definidas por clubes prestigiosos de fútbol, y muy pocas selecciones, entre ellas Perú, Paraguay, la URSS, y Rumania.

Sin duda, en el tema de clubes, muchos recordarán recientemente sin esfuerzo al Boca de Bilos, Krupoviesa y Gago, que pisó el Cuscatlán para medirse al FAS en 2006, pero eso, nada tiene que ver con la Azul y Blanco.

Algunos más reflexivos, recuerdan al menos que una selección de Dinamarca vino en 2007, aunque tras profundizar más en los detalles de la selección nórdica, el entusiasmo se diluye al reconocer que era una selección C…

Los daneses insistían en que eran un cuadro B, pero siendo honestos, es que muchos no eran seleccionados en esos días ni por accidente. Así que en la praxis, la categoría “C” la tenían sin duda, ceñida en la frente, como una vincha.

Si la rigurosidad me martillara la cabeza, podría al menos recordar en los clubes que jugaban algunos destacados de ese día, como: Ankergren (Leeds), Kvist (Copenhagen), Simon Poulsen (AZ Alkmaar), Lars Jacobsen (Copenhagen) y Niki Zimling, que jugaba en ese momento en el Esbjerg, pero que luego jugó en las primeras divisiones de Italia, Bélgica, Holanda y Alemania; siendo Udinese su mayor logro.

Entonces, atendiendo a la condición de recibir visitantes clase C, por contra, la Selecta encontró recientemente al menos un fogueo de élite en EE.UU, o en el país que aceptó ser rival. Siendo así, se tuvo el placer en los últimos 20 años de jugar con Ecuador, Bolivia, México, Paraguay, Venezuela, Chile, Argentina, e incluso Grecia (Dos veces en 1999).

Ahora bien. En casa, en nuestro país, tras el lujo de Yugoslavia, el vecino Honduras ha sido el cliente frecuente para amistosos. Luego vinieron a El Salvador más modestos como República Dominicana. Panamá y Guatemala en su momento nos atendieron con gusto, y pisaron suelo salvadoreño también; pero nada comparado con la selección balcánica en cuestión.

Un amigo muy futbolero, Guillermo Castillo, me decía: “Imaginate, y eso que la Yugoslavia que trajeron,  ya vino desarmada por haber surgido de su seno selecciones como Macedonia, Eslovenia, Croacia, y Bosnia”.

Y cuánta razón tenía, al menos con Croacia. Además de la calidad top, de la Yugoslavia enfrentada, años antes de su primera disolución, seguro había más clase. Es decir, figuras destacadas del resto de selecciones emergentes mencionadas.

Y se echó de menos a futbolistas como Davor Suker, Robert Prosinecki, Goran Vlaovic, y el mítico Zvonimir Boban, un futbolista 10 estrellas.

En aquel fogueo de oro, la Yugoslavia que se midió a El Salvador, un 12 de noviembre de 1995, estaba configurada por elementos jóvenes y de gran calidad que buscaban un hueco en los clubes de élite de la Europa Occidental; pero también, por la crema y nata del fútbol de ese país, con estrellas muy consolidadas.

Varios de esos jugadores, pertenecían al Estrella Roja de Belgrado, un equipo muy temido en Europa en los años ochenta y principios de los noventa. Campeones de Champions en 1991; otros a los mejores clubes del Calcio de la Serie A de Italia.

La Selecta ese día perdió de forma contundente por 4-1. Muchos recuerdan que se trató de un juego parejo por pasajes, pero coinciden en que los goles no fueron metabolizados de forma veloz, y cada ocasión en la que Raúl García fue a traer el esférico al fondo de las redes, se transformó en un lastre tal, que psicológicamente fue imposible reaccionar para evitar la goleada.

Dejan Savicevic fue el gran conductor y anotador del juego. El hombre del Milan, destacado por ser un volante magnífico, fue la migraña de los seleccionados en ese día. Anotó tres goles. Sinisa Mihajlovic, ahora técnico rossonero, jugaba en la Sampdoria, y marcó a García un gol lejano de libre directo.

“Zarco” Rodríguez fue el autor del único gol cuscatleco. El que recién fuera el penúltimo DT de la Selecta. Hubo un par de debuts en la Azul y Blanco junto también a los primeros minutos de José Omar Pastoriza, el DT argentino de la Selecta para ese partido.

Pastoriza, que para muchos, dejó la base a Milovan en su segunda etapa a cargo de la Selecta, murió hace 11 años cuando dirigía a Club Atlético Independiente de Avellaneda, su querido “Rojo”.

Pero paren ¿Cómo vino a parar Yugoslavia aquí? ¿Fuimos recomendados por Milovan? ¿Empezamos ganando? ¿Porqué no vino Mijatovic? ¿Estuvimos empatados con Yugoslavia? Es mejor cederle el espacio, a las palabras autorizadas de EDH Deportes de ese entonces. Aquellos que fueron capaces con su retina y rigurosidad, de contemplar aquella enorme selección balcánica, ahora más fragmentada que nunca, y a la Selecta, en su proceso rumbo al Mundial de Francia 1998.

Lea en el siguiente enlace la crónica precisa de aquel juego y todos los detalles del mismo. También puede consultar dicha crónica al final del e-paper, en la parte inferior de la última página:

La Selecta recibió pocas selecciones de élite en toda su historia. En la región centroamericana, Costa Rica y Panamá ya se codearon con grandes escuadras nacionales en los últimos años, y parece ser que encontraron en la regularidad de su trabajo en torneos oficiales, el imán para atraer a dichos clientes “Top”.

Sin duda, un excelente trabajo a largo plazo, permitirá a la Azul y Blanco poder jugar con grandes combinados nacionales en un futuro, no solo fuera del país, sino también en territorio cuscatleco; apasionado por el fútbol hasta la médula.

Por último. Si es por plata ¿Se imaginan cuánto más tardará tener de huésped una selección como Yugoslavia? Prefiero no pensar en ello. 

Para sorpresa de muchos, hay que rescatar que al año siguiente, en 1996, El Salvador jugó con Italia en el Cuscatlán y empató 1-1.

Sin embargo, la “Nazionale Azurra” trajó un combinado de jugadores jóvenes y desconocidos, que no podrían igualar nunca el potencial exhibido por Yugoslavia y sus jugadores en tierras cuscatlecas en el 95. 

A continuación, te presentamos uno a uno a los futbolistas de AMBOS equipos que batallaron en el “Mágico” González durante dicho juego, que terminó con victoria para el equipo de Yugoslavia, el cual jugaría por primera y última vez en suelo centroamericano con semejante repertorio de estrellas:

(Haz clic en las flechas para mostrar todo el infográfico)

Por Roberto Leiva | Twitter: @RobbieRuud