Un punto para llorar

El Salvador no pasó de un empate sin goles contra Canadá en un juego donde no tuvo respaldo total en la grada. Se complicó en la eliminatoria 

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Denis Peña, de El Salvador, trata de proteger el balón ante la marca de un contrario.

/ Foto Por René Quintanilla

Por Víctor Zelada Uceda | Twitter: @zeladauceda

2015-11-17 9:48:00

Si la lógica es ganar en casa para reponer los puntos perdidos de visita, no se cumplió. Con su empate 0-0 ante Canadá, la Selecta restó dos puntos que lo habrían puesto en la lucha pero sigue rezagada en la cuadrangular de CONCACAF. Con la noticia de que Honduras había caído ante México, tenía un motivo adicional para sudar la camiseta y no permitir que el rival saliera vivo del estadio Cuscatlán pero se complicó.

Era un partido de alta tensión. No solo se venía de un revés del Azteca, si no que la afición, en buena parte, castigó al equipo nacional por el desorden de la Fesfut en el manejo de su crisis. Y como resultado, el Cuscatlán estuvo a un 30% o 35% de su capacidad (llegaron solo unos 8 mil aficionados). El grupo, que terminó siendo fruto de la improvisación, no tenía la culpa del problema pero cargó con esa factura.

Contra Canadá hubo variantes en el once tiutlar. Giovanni Zavaleta, Pablo Punyed, Jaime Alas y José Peña fueron las novedades. Henry Romero pasó a ser recuperador.

Hubo nervios en el primer minuto y medio con un pase impreciso del portero Henry Hernández para Gio Zavaleta pero también hubo jugadas para aplaudir como una jugada individual de Denis Pineda por el costado izquierdo y un tiro de Punyed de media distancia.

También el rival era silbado cuando tenía la pelota. El atacante Cyle Larin la tuvo al 8?, luego de recibir un saque de manos, la pechó, dio un giro y pateó arriba del marco. Esta acción se produjo justo cuando caíamos en un bache.

La Selecta estaba cargándose mucho por el lado derecho y, aunque Karl Ouimette se veía superado por Pineda, ya no se lograba dar sorpresas. La marca del equipo de Benito Floro no daba muchos espacios, urgía que aflorara el fútbol individualista. Punyed, en un intento por avanzar con balón dominado sobre los 12?, engañó a Straith y se apoyó en Dustin Corea que intentó hacerse un autopase a la entrada del área pero al no lograrlo se animó a rematar de media distancia sin puntería.

Al 20? se vino una contra aflictiva sobre el área salvadoreña. Hutchinson logró dar un pase corto al área grande para Ricketts, quien en su intento por disparar se encontró con un Romero que se barrió a tiempo.

Segundos después se desperdició una clara para los salvadoreños. Punyed no dio el pase para un Pineda desmarcado por izquierda y su tiro se fue desviado. Allí estaba el gol y se dejó ir.

A los 27? se impacientó la afición del sector Vietnam con su cántico “movete selecta movete, movete, dejá de joder”. Canadá se paseaba de un lado a otro con la pelota y el equipo tardaba en recuperarla. Hubo sacrificios como una barrida al límite de Domínguez.

Nos costaba salir con balón dominado pero subió la adrenalina cuando tuvimos la mejor jugada a gol al 35?. Pineda arrastró marcas y se tiró al centro para abrir un hueco para Dustin, quien hizo que muchos se levantaran de su silla pero el tiro del “Fantasma” se fue casi pegado al poste izquierdo. La Selecta volvía a apretar y en la grada se oía “sí se puede”.

Cuando restaban 5 minutos para cerrar el telón del primer tiempo, una vez más se tuvo. Punyed lideró una jugada para Peña, quien al momento de patear, sufrió un golpe; pero en el rebote, Pineda quiso complicar con un tiro al área chica y si no pasó a más fue por el cruce de Hutchinson.

También se tuvo un tiro libre de media distancia para Jaime Alas, quien no supo darle la suficiente potencia para sorprender a Borjan.

Pero la última jugada la tuvo Johnson al 45? con un tiro que pasó cerca del travesaño. El 0-0 era, parcialmente, un mal negocio y un tesoro para Canadá que buscaba al menos afianzarse en el segundo lugar, luego que horas antes México salió celebrando el 2-0 sobre Honduras. 

Si algo positivo había con el cero atrás es que, por primera vez en la era del Primi, la Selecta no encajaba un gol en los primeros 45 minutos. En sus tres juegos previo, seis de los 7 goles llegaron en la primera mitad. La tarea estaba corregida en ese apartado, no así en materia ofensiva. La sequía goleadora se mantenía.

Al reanudarse, la Selecta entró con el chip de tener más la pelota, factor que le pesó. Así fue cómo avanzó y al 52? Corea logró cruzar de derecha y exigió al portero a desviar pegado al poste izquierdo.

Volvió a caerse en otro bache y Maradiaga se vio obligado a darlenuna inyección al equipo con el ingreso de Rafa Burgos y Jonathan Jiménez. Con este último Ibsen Castro pudo quedar con proyección al ataque.

Por minuto y medio Canadá se quedó con 10 en cancha, no por expulsión, si no porque Ricketts tuvo una necesidad fisiológica, seguramente. Y la Selecta casi lo aprovecha con un tiro desviado por arriba de Burgos.

Canadá ya no ofrecía mucho, se dedicó a resistir. El empate le sabía a victoria y c confirmó que sigue invicta en la eliminatoria y pensando en la hexagonal. En seis juegos, desde que comenzó su camino ante Dominica, suma 4 triunfos y dos empates, y encaminada para cuando la cuadrangular se reactive en marzo próximo.

De paso le recordó a El Salvador que es un rival incómodo. Ya suma tres juegos consecutivos de no recibir gol salvadoreño (dos por Copa Oro y ayer por eliminatoria).

Otro aspecto para reflexionar es que, desde que se arrancó el camino a Rusia, no está ninguno de los seis jugadores que anotaron (Bonilla, Cerén, Álvarez, Herrera, Larín y Barrios). La nueva generación no se ha encontrado aún.

Quedan interrogantes. ¿Qué pasará con la Selecta? ¿Seguirá Maradiaga? ¿Castigarán a los jugadores que fueron marginados de la convocatoria? ¿Y qué de Bonilla que por una medida disciplinaria salió de la concentración? Esto, a parte de la pobre imagen que tienen los federativos, no se resolvía ni con un triunfo. Toca limpiar la casa, asumir responsabilidades y en contrar soluciones pronto porque la casa se sigue cayendo.