Entre tanto disparate dicho en las distintas cadenas internacionales deportivas y los dislates de la directiva de la Federación de Fútbol, cuya pésima gestión ha trascendido fronteras, también hay lugar para las buenas noticias después de esta doble fecha de eliminatorias que dejó el sabor amargo de no poder ganarle a Canadá de local, un resultado que, vale advertirlo hoy, se puede pagar muy caro en el final de la cuadrangular que da dos boletos a la hexagonal.
Por un momento, dejemos de lado el fuego cruzado y golpes bajos entre periodistas, directivos y distintos protagonistas del fútbol vernáculo e intentemos hablar de fútbol. Y de promesas para soñar con un futuro mejor. ¿Se puede?
La buena noticia habla de jóvenes a los que no les pesó ponerse la camiseta nacional en tan trascendentales juegos. Y pongamos tres casos puntuales: Roberto Domínguez, Juan Barahona y Dennis Pineda.
Domínguez salió a los 18 años como el central titular en el estadio Azteca, un privilegio que pocos pueden mostrar en su currículum. Y estuvo a la altura de la circunstancia. Ante un vendaval de camisetas negras que aparecían por todos lados, mostró su presencia y no se le notaron los nervios del debut en la Azul. Ratificó su momento con una muy buena actuación en el Cuscatlán ante Canadá. Proveniente de Opico bajo la supervisión de Ramón Sánchez, hoy le da firmeza fecha a fecha a la última línea del Santa Tecla.
Juan Barahona tiene 20 años recién cumplidos y marcó con solvencia la punta derecha tanto en el Azteca como en el Cusca. Tampoco dio muestras de que le pesaron los escenarios, mostrando una personalidad adelantada a su edad. Siguió los procesos seleccionados Sub-17, Sub-20 y Sub-21 y hoy pisó fuerte en la mayor.
Dennis Pineda a los 19 ya es una carta en el futuro ofensivo de la Azul. Había sido convocado por Roca pero tuvo la mala fortuna de una lesión complicada: rotura de ligamento cruzado. Volvió con “Primitivo” y sorprendió de titular en el Azteca. Velocidad, precisión y dominio del balón son sus armas para destacarse como el mejor ante Canadá. Vicentino, se formó en Turín Fesa y busca su lugar en la filial del ascenso del Tigres mexicano con el objetivo de llegar al equipo de elite.
Tres casos testigos. Tres ilusiones. Tres razones para seguir pensando que se puede. Sí, a pesar de todo.