“Juanito”, te echan de menos

EDHdeportes contactó a algunos de los que fueron compañeros de Quartarone como jugador y discípulos. A continuación algunas de sus frases

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Juan Quartarone es recordado con mucha estima en El Salvador

/ Foto Por EDH Archivo

Por Víctor Zelada Uceda / Twitter: @zeladauceda

2015-11-24 1:58:00

Un día después del fallecimiento del técnico argentino Juan Quartarone Carbone solo hay palabras de agradecimiento para los que fueron sus amigos, compañeros de profesión tanto como jugador y técnico, discípulos en los equipos que dirigió y dirigentes también. “El Brujo”, como se le conoció en la jerga futbolística, dejó un vacío.

Era un maestro, una persona excepcional hasta un consejero y una figura paterna en el fútbol. Aunque en sus últimos meses, Juan ya no reconocía mucho a sus amigos porque sufría alzhéimer. Con 81 años, su sonrisa se mantenía intacta como fue conocido hasta el lunes que dio su último respiro. 

“Pipo” Rodríguez, mundialista en 1970 y DT en España 1982, fue compañero de Quartarone en la UES. Lo recordará como un genio, alguien que se adelantó a su época por sus estrategia de juego. “Jugamos juntos y fue mi técnico en la Universidad. Era una persona amable, tranquilo y se adelantó en su tiempo. Comenzó a jugar con menos delanteros pero con volantes y defensas de llegada. Años después, en el fútbol moderno varios equipos reprodujeron ese esquema. Siento mucho su muerte, le tenía cariño. Creo que más que argentino lo consideramos como un salvadoreño más, casi toda su vida la hizo en El Salvador”.

Carlos Cañadas, preparador de porteros de la Selección Sub 20, coincidió con él en UES, Juventud Olímpica y Atlético Marte. “En 1970 era jugador pero a media temporada cesaron a Goyo Bundio y quedó como entrenador. Tenía los dos roles. En el 73 estuvimos en Juventud Olímpica y quedamos campeones invictos. Al siguiente año se vendió la categoría al Negocios Internacionales y a Juan se fue a trabajar al Platense, donde hizo historia. En el 76 lo tuve de entrenador en el Marte y llegamos hasta semifinales. Él siempre fue un caballlero, todo un señor, un consejero, respetuoso porque nunca tuvo una palabra fuera de tono o soez, paternalista con los jugadores”.

Edgar “Kiko” Henríquez, quien tiene a cargo a la Selección Sub 15, tuvo de técnico a Quartarone en Firpo en 1988-1989 y se refirió a él: “tuvo una trayectoria destacada, me marcó porque siempre tuvo un consejo oportuno, muy carismático. Estar bajo sus órdenes fue una de mis mejores experiencias profesionales porque siempre tuvo un buen trato, sin reproches. Lamento mucho su pérdida pero le envío mis condolencias a su familia”.

Miguel Estrada Cuerno, otro exjugador de Firpo, dijo que no olvida la siguiente anécdota: “Estábamos entrenando en Dintasa, en un momento sentí un piquetazo en el muslo de la pierna, Juanito me vio el gesto de dolor y me dijo: ¿sentiste algo? Respondí: ‘solo un piquetazo, pero voy a probar’. Me agarro por el cuello y me dijo: ‘nada de probar, el domingo jugamos contra Águila y tenemos que ganar’. Me sentó a la par de él y no me dejo continuar”.

El doctor Ricardo Mena Laguán, quien fue jugador suyo en Platense, contó: “Juanito era tan comprensivo, llevadero en todo sentido con los jugadores, gozaba del cariño en general. Era acostumbrado a los azados y a las reuniones de grupo para hacer de sus equipos una familia. Sentaba absoluta disciplina a base de conjunción sociodeportiva con los jugadores y así mejoraba el rendimiento de estos. Siempre le guardaré un inmenso cariño, admiración y respeto”.

Mauricio Quintanilla, actual jugador de Sonsonate, lo tuvo de entrenador en el ADET que alcanzó su histórica final en 2000 pero la perdió ante Firpo por los penales. Así lo recuerda “A través de sus consejos me ayudó a forjar el carácter y la confianza en mí. Era un joven de 19 años cuando tuve la dicha de disputar una final con ADET”.

El hondureño Franklin Webster, retirado del fútbol y exjugador del Atlético Balboa, contó: “Son muchas anécdotas las que se me vienen a la mente pero nunca olvidaré que las charlas de Juanito era con los zapatos de nosotros los jugadores o con tapa roscas. Lo del apodo de brujo, nadie de los jugadores se refería a él así, no sé si porque se podía enojar o por respeto”.

El brasileño Nildeson Silva De Melo (Nenei), quien también jugó en el Balboa de Quartarone en el 2004, explicó: “En varias ocasiones me dijo que debía cuidar mi imagen, mi forma de ser porque de la última imagen de un futbolista en su vida es la que la gente recuerda. Le agradezco que se haya preocupado por mí. Cuando nos llevó a la final con Balboa bromeé que realmente era un brujo porque hizo grande al Balboa. Me da tristeza que ese gran logro fue deshecho cuando contrataron después a un técnico colombiano. Espero que Dios le prepare un lugar muy especial. A su familia le envío un saludo de condolencia”.