Si existían remotas posibilidades para clasificar todo se acabó cuando Juan Carlos Orellana dejó diezmado a su equipo. Juventud remó contra marea por 66 minutos y nunca pudo levantarse cuando encajó el gol de Águila en la segunda parte. Como resultado, eliminado y el otro torneo tendrá la presión de salvar la categoría porque quedó a cinco del colista UES (cuando se active la tabla acumulada en el Clausura 2016).
La defensa terminó recargada, cuidando a los hombres de peligro de los emplumados, Nico Muñoz y Williams Reyes, pero quién les hizo daño fue Gilberto Baires. Quedó un hueco en el sector derecho de la zaga y el jugador tuvo todo el espacio para batir la portería.
Sin gol no hubo respuesta y tampoco posibilidades. Dragón sací su mandado y al equipo de Jorge Ábrego le tocó salir resignado del Barraza.
El capitán Ramiro Carballo fue claro de que el objetivo era otro pero no se pudo porque clasificar era un sueño.
“No es lo que vinimos a buscar a San Miguel, la idea era sumar de atres porque mantenía vivo el sueño de llegar a cuartos de final. Todo el torneo fue sacrificado para nosotros pero el equipo hasta la última fecha tuvimos esa posibilidad. Creo que si a este grupo se le da continuidad pueden venir cosas importantes para Juventud Independiente. Cómo nos hubiese gustado estar clasificados pero esta es nuestra realidad y ahora a pensar en el siguiente torneo. No nos han dicho cuándo comenzará la pretemporada pero no se descansará mucho porque está cerca el otro torneo”.
Para Israel Landaverde, quien llegó a cubrir el espacio que dejó el defensor Orellana, al equipo le pesó que lo hayan desarmado.
“Descompusieron a casi todo el equipo, se llevaron piezas importantes pero quedó una pequeña base que está trabajando de la mejor manera. Se ha visto el esfuerzo y el trabajo de los compañeros y el fruto es que llegamos hasta la última fecha peleando por clasificar”.
Sobre jugar con 10 en cancha, Landaverde agregó: “Veníamos con la mentalidad de ganar pero la expulsión nos complica todo lo planificado. Los compañeros se esforzaron”.
El delantero Jefferson Viveros reconoció que la derrota y la eliminación dejó triste al equipo. “Traíamos motivación pero el partido se nos complicó con la expulsión porque el terreno es grande y Águila quiso aprovechar. A parte Dragón sacó su resultado y eso trajo desmotivación pero ahora queda levantar cabeza para el próximo torneo y el fútbol da revanchas”.