PASAQUINA. El carnaval se prolongó. La fiesta que vivieron la noche del sábado en San Miguel siguió ayer en San Sebastián para los mitológicos, pero con un significado diferente. Dragón consiguió la clasificación a cuartos de final, agenciándose el octavo boleto tras sacar una victoria (0-1) a domicilio y, de paso, robarle el invicto a Pasaquina.
Un tanto del brasileño Jackson De Oliveira permitió que los migueleños llegaran a 27 puntos y, por méritos propios, alcanzaran la siguiente instancia, donde tendrán que enfrentarse a Isidro Metapán. Los burros (28), por su parte, tendrán que verse las caras contra Águila en la ronda dos del actual torneo.
Para Dragón, el choque en La Unión tuvo dos caras. La primera, a su favor, donde tuvo para poder ampliar más la ventaja; la segunda, complicada, ante un Pasaquina que trató de sacar la paridad, pero le falló la definición a pesar de sus intentos de disparos a marco.
Dragón salió a presionar en el medio, con un claro esquema de un delantero, en este caso Jackson De Oliveira, y sumándosele Axer López, por derecha, y Wilman Torres, en el medio, para formar en la práctica un tridente en ataque, cerca del área. Esto lo dejó meter un susto, en dos minutos, con dos remates de peligro que salvó Gustavo Vega y evitó la caída de su portería.
Pasaquina, que buscaba resguardar su invicto en casa, tuvo su primer acercamiento a los cuatro minutos, cuando cobró tiro libre Yuvini Salamanca y éste se iría sobre el travesaño, besando la red por la parte exterior. Un susto local, pero que no quebró la ansiedad mitológica.
Quizás la adrenalina de todo lo que significaba este último partido, sobre todo para la visita, bajó un tanto la intensidad pasados los diez minutos. Fue hasta un tiro libre de Cristian Portillo (14?), que puso de nuevo el foco de atención migueleña, que volvió la reacción visitante. A la contra, Pasaquina trató de inquietar con una incursión de Neymer Miranda, pero Dragón cuidaba en bloque el fondo y rescataba balones para mandarlos en profundidad hasta el frente.
La dinámica comenzó a dar tranquilidad a los escupefuegos, quienes respiraron al encontrarse con el primer tanto. Fue a los 19 minutos, cuando Axer rescató un balón en el centro, asistió a Wilman Torres y este, a su derecha, a De Oliveira, quien ganó la marca de Arévalo y de primera mandó remate potente de derecha al fondo (0-1).
Evidente lo que significaba para Dragón ese gol. El festejo grupal y el agradecimiento a Dios fueron los primeros pasos que dio el cuadro mitológico, que estaba asegurando la clasificación. Y tras eso, creció la confianza de Dragón, que volvió a tener, al menos, dos intentos más en los botines y la intensión del brasileño, que con su carácter y rapidez logró desequilibrar la última línea burra.
Los unionenses, por su lado, no retrocedieron, pero sí se mantuvieron defensivos, tratando de controlar las llegadas rivales a balón parado o las incursiones de De Oliveira. En ese sentido, a los 38?, fue Ricardo Orellana el que presionó a Vega, con un tiro libre que de puños mandó al tiro de esquina el guardameta. Después, Jackson seguiría sacando chispas a los guantes y a la concentración de Vega, con otro disparo a un costado de la puerta del portero unionense.
El descanso fue necesario, para un Pasaquina que necesitaba reordenarse y calmar el nervio en el que estaba cayendo, fruto visto en el dominio que ponía Dragón. No total, pero sí claro para estar abajo en el marcador y con mínimas opciones de encontrar el gol. Ni Miranda, ni Elliott, Ni Salamanca, ni Kevin Sagastizado, lograban hacer su juego.
Los cambios llegaron para los burros, con los ingresos de Kevin Melara, a la banda izquierda, para poner fuerza por ese sector y tener llegada; también lo hizo J.J. Hernández, pero para salir desde el fondo, en carril opuesto.
Presión, pero sin gol
Las variantes dieron pronta respuesta, ya que Pasaquina cambió actitud y dinámica, y metió a su espacio a Dragón, que tuvo en Meme González al mejor aliado al rechazar todos los balones que recibió, sobre todo un remate largo de Elliott, que terminó en tiro de esquina. El caribeño, sin embargo, llevaba la manija del equipo y tuvo otra respuesta en esa mitad del encuentro, al estar más cerca de Sagastizado.
Dragón intentó no caer en desesperación y supo aguantar, pero por momentos se mostró ahogado y sin salida, sin poder encontrar la misma facilidad con la que De Oliveira domó al rival en el arranque y llegó con facilidad.
En el último cuarto, y después de que en los altoparlantes de San Sebastián se había anunciado que Águila ganaba a Juventud Independiente, Dragón trató de resguardar el resultado, aún y cuando sabía que de perder seguía obteniendo el octavo y último boleto. Fue el mismo De Oliveira el que estrelló uno en el travesaño, segundos antes de ser sustituido (75?), en el más claro para el segundo migueleño.
Pasaquina se metió a pelear por encontrar el tanto de la paridad, pero no resultó. Si bien González tuvo buena respuesta bajo los tres palos, la contundencia tampoco estuvo efectiva, y a pesar de que hubo remates a puerta, el resultado estaba escrito a favor de Dragón. El equipo burro cerró así con falla, en su último partido del torneo, donde dejó el invicto a manos mitológicas, mientras los de la “Perla de Oriente” cerraron un fin de semana de carnaval con el dulce paso a la una ronda donde todo vuelve a empezar desde cero.