Fútbol en el fango

“El Salvador es un cementerio futbolístico”. Jorge Valdano, diario Marca, marzo 2007. Pasan los días y el registro sigue vacío 

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Foto Por edhdep

Por Fernando Palomo | Twitter: @Palomo_ESPN

2015-11-30 10:06:00

“El Salvador es un cementerio futbolístico”. Jorge Valdano, diario Marca, marzo 2007. Pasan los días y el registro sigue vacío. Para el fútbol nacional, nada del tiempo  pasado sirve para mañana. El fútbol salvadoreño desprecia la historia tanto como permitirse vivir en la pasividad, la inmovilidad. Le importa poco lo vivido en el pasado, al punto que se deja llevar por la inercia de un círculo lleno de vicios y de viciosos interesados por prolongarlos. 

En “Fútbol de una sola cara” Mauricio Cienfuegos cuenta su historia en los clubes y selecciones nacionales de finales de los ochenta: “Hicimos una junta con la directiva de la federación, les explicamos que el trabajo lo estábamos haciendo bien (con Milona Djoric como entrenador), del que no renegábamos, pero que queríamos mejores condiciones, el albergue deportivo no era el idóneo, no se podía dormir por los zancudos, el aseo era deficiente, la comida no era de calidad”. 

Han pasado los primeros partidos de la cuarta ronda de eliminatoria para el Mundial de Rusia 2018. Cienfuegos relata en su libro una situación que surge veinticinco años atrás en la selección nacional. Tan similar a la que ha dejado a ocho jugadores en el limbo, por algo tan normal como el reclamo de mejores condiciones de trabajo. Cienfuegos continúa en su libro: “los directivos nos dijeron que no, que no había trato. Que si queríamos seguir, bueno, que si no, nos iban a castigar”. Nada ha cambiado. 

Tampoco han cambiado los voceros que hace veinticinco años trataron a jugadores como Mauricio Cienfuegos de “sindicalista”. Son los mismos que defienden la incapacidad de la clase dirigencial del fútbol salvadoreño. Los mismos que dicen que es “moda” esto de cuestionar el poco avance del fútbol nacional. En pocas líneas, la confirmación de que el fútbol salvadoreño ha estado atrapado en un fango infinito y sigue ahí.

Algún día llegará el cambio que le de otro rumbo al deporte nacional. Me niego a creer que los salvadoreños, por costumbre, nos quedaremos residiendo en la mediocridad, escuchando  voces que repiten mentiras una y otra vez. Esperando que por reiteración la mentira se convertirá en verdad. Esas voces que hacen ruido sin generar una idea.  

Cuando propuse a la FESFUT la contratación de Juanma Lillo como entrenador de la Selección lo hice pensando que el fútbol de El Salvador estaba ante un momento de cambio y que Lillo sería el personaje ideal para llevarlo acabo. Me equivoqué. Mi error fue sobrevalorar el momento e insistir, intentando convencer de los enormes beneficios que para nuestro fútbol significaba la llegada de un formador de ideas de juego. 

Es evidente que por el personaje no estaba errado, Lillo acaba de ser nombrado asesor de Jorge Sampaoli, técnico de la Selección de Chile, actuales campeones de América.